Clocks - Coldplay

El hogar...¿ A dónde quería ir ?
 
 

 
 
 
 

Hablo de resiliencia

Resiliencia es la capacidad de reaccionar de la mejor forma ante las adversidades inesperadas que se nos presentan en la vida. Es crecer con la adversidad. Luchar entre la burbuja y el valor. Da igual a veces el problema por el que se luche sino la lucha, el valor y la fuerza de encontrarse con uno mismo. Si el alma se siente liberada, encuentra su fuerza vital para cualquier lucha, podrá ver así las puertas de la Fe y la Esperanza que son pilares importantes para sostenerse en los momentos que decimos “Estoy bien”, aunque no sea así, porque necesitamos creer que estamos bien y convencernos de ello.
La fuerza interna de las personas son las garras con las que nos agarramos a la vida, la resiliencia. La burbuja se habita cuando un problema atormenta de nuevo nuestros días, cuando sentimos que no podemos y cuesta respirar. No saber diferenciar lo real de lo que la mente engaña precisamente por no saber comunicarlo… No hablar, no pedir ayuda… Sentirse perdidos en el vacío y sentir gran hastío por no saber comunicarlo ni expresarlo…
Tratando de avanzar pero sintiendo cómo cuesta respirar, cómo el cuerpo se quiere dejar al mejor postor, cómo pesa hasta un suspiro y todo pierde sentido. Es ahí cuando queremos entrar en la burbuja, donde se está calentita y cómoda, donde no llega el daño ni dolor a molestarnos, o eso creemos…
Saliendo de ella vemos más miedos y muros más altos porque somos aprendices y eso también debemos saber y llevarlo con madurez. Crecemos con la adversidad sacando fuerzas sin saber de dónde. A seguir enfrentando miedos y pasando muros siempre con la mejor línea curva que todo lo puede, la gran sonrisa, y con la mayor voluntad. Que tampoco pasa nada por quebrar en el intento porque es parte de ser humanos, desesperar, llorar, temblar, correr y retroceder pero sólo para coger impulso…
Quizás hagamos referencia a la resiliencia, al valor de levantarse de la cama después de malas noches, o de problemas que nos ciegan las puertas.
Quizás el valor de enfrentarnos a la sensación que siempre impregna nuestro cuerpo, a la sensación de ser escurridiza con la gente para no molestarles. a la sensación que se procesa al poseer extremada sensibilidad con el resto y tomarlo todo como muy doloroso e hiriente porque todo nos afecta cuando nuestra fortaleza se siente amenazada y nuestra confianza tambalea….
El valor cuando se une al coraje al sentirnos marionetas, al sentir que no puedes controlar ni decidir. Al ver como los días pasan y pasan y como si los hilos de tu vida no pudieras llevar.
Crees que todo lo haces mal, que en todo lo que pongas tu mano se estropea, todo molesta, todo es tomado con la peor de las intensiones y sólo se ven muros…
Valor cuando sacas tu martillo de la peor flaqueza para romper con todo lo que se ponga por delante.
Cuando reconoces que el mundo es incomprensible por las trabas y pegas que vemos cada día hasta de quienes menos las esperamos. Un mundo a veces ilógico, unos siempre ocupados que olvidan el lado en el que un día estuvieron, otros sólo un nombre vacío porque más no encontrarás…
Otros simplemente no valoran y a otros lados miran junto a los que no quieren saber, unos viven en su mundo sembrando flores negras para quemar, unos luchan para que algo de humanidad no desaparezca por completo… Y yo, me digo muchas veces, que prefiero mi cristal cuando el miedo me puede. Cuando luchas entre la burbuja y el valor, buscando los hilos para reconstruir una vida, que tratas de labrar en palabras, encuentras una forma de enfrentar luchando con las caretas y vacíos que siempre acompañan tus latidos bañándote en la soledad que se procesa al no afrontar las cosas.
Como cualquier cuento que comienza que no sabes cómo acaba, como cualquier muñeca rota que trata de ponerse en pie, como cualquier careta que se cae y se mira fijamente, buscando reflexión o quizás salvación… LA RESILIENCIA.

 
"La experiencia es un peine que te regalan cuando ya estas calvo" (Juan Manuel Serrat).




Día 24. Dónde estás, felicidad

La felicidad es a veces una mierda o juega al escondite.
Otras, se va con cualquiera menos conmigo.
A veces, pasa a mi lado la noche
pero en la mañana me deja.
No obstante suele gritarme:
" Ríe, sueña con la dicha.
Hazle el amor a la tristeza.
Ama las penas porque son tu vida.
Olvídalas porque son pasajeras.
Disfruta, valora, reconóceme.
Ríete, aprende de la amargura, afróntala.
Entiende que todo lo que sube ha de bajar.
Y tras el fracaso encontrarás una nueva oportunidad.
Respira profundo, deléitate con tu vida.
Mientras pasa la desgracia, conócete.
Ella te enseña el dolor de las heridas.
Y cada vez te hace más fuerte."
Seguro tiene razón, está pero no sé encontrarla o no puedo alcanzarla en muchas ocasiones.
La felicidad es algo intenso, a veces ajena a mí.
Entiendo que que todos llevamos nuestros propios demonios a cuesta. Soportamos las cosas hasta resignarnos y quedamos en un eterno sopor que anestesia nuestra alma. Quizás esto sea un velo que nos impide ver y sentir la felicidad.
Pienso que la felicidad es ver la luna en la noche más oscura.
Es fotografiar el cielo
por el placer de hacerlo.
Y caminar hasta el lago
para estar a solas ante el mundo.
Sentirte alegre, única, perfecta,
Sentirte afortunada, pequeña aventurera.
Felicidad es compartir, es parte de vivir creo que solo has de sentir.
 
"Los obstáculos son esas pequeñas cosas que las personas ven cuando dejan de mirar sus grandes metas"

 
 

Dia 23. No morir en el intento

Quizás por tener mucha empatía o por ser demasiado sensible, percibo las cosas diferentes pongo mucho sentimiento en todo en cada paso q hago. Quizás veo el mundo de otro ángulo en el que veo como muchas personas desperdician sus vidas haciendo tonterías en vez de aprovechar cada momento al máximo sanamente. Viviendo al día como si el mañana no llegara.
Comprendo que hay problemas y dificultades, que si el alquiler o hipoteca, los gastos de comida, la ropa, etc.
Como ya expliqué en otra entrada, bailar como si no hubiera nadie...
Pero también hay un pero en todo, se sufre más, se es más sensible al dolor ya sea ajeno o propio.
Mi vida es como estar en una montaña rusa constante, igual  estoy riendo que llorando, igual estoy en un momento estupendo como que estoy diciendo tierra trágame.
La vida siempre me sorprende pero más me sorprende como sobrevivo a tanto subir y bajar. Llega a ser agotador que hay días que ni me puedo levantar de la cama...
Cuando perdemos a los seres queridos, cuando conocemos a gente maravillosa, personas que aportan algo en tu vida, etc. Siempre se aprende algo ya sea de un día de mierda como de un día mágico.
Es lo que más me gusta de vivir al día, la sorpresa sea buena o mala siempre es una lección, una nueva experiencia de la que sacas pues según venga lo que puedas y saques provecho.
Es la única forma que puedo sobrevivir y ver que todo tiene un lado bueno cuando se ven auténticas desgracias y no morir en el intento.
 
" Para que la luz pueda brillar intensamente, la obscuridad debe estar presente.Danny de Vito "
 
 

Día 22. Aíslo

Quiero escapar, seguir otros rumbos.
Encontrar potencial, flotar entre nubes.
Clavarme al suelo, poder dormir.
Cerrar los ojos un rato al mundo.
Soy lo que queda del polvo,
de los rayos de esperanzas
que pasan a través  del viento.
Quién  gana, el día  o la noche...
Llévame  a alguna parte lejos de aquí...
Quiero encontrar la felicidad,
desbloquear la llave de la vida,
ver más  salidas.
Me guie por la dulce melodía
que trasmitía mi agonía.
Parece que flotase a su alcance,
la vía  de mi escape...
la liberación  de la dulce canción...
La vía  de escape del mundo soñado,
del mundo ideado con mejor sabor
que el mundo de traición.
 
" El verdadero dolor es el que se sufre sin testigos."

Marco Valerio Marcial (40-104) Poeta latino.
 
 

Día 21. Cansan los bajones

Estoy cansada de luchar, cada recaída es un desafío de tristeza y angustia.
Nunca sé cuando voy a poder contar con mi cuerpo y mi mente, cuándo van a estar de mi parte. Cuando llevo 2 o 3 días buenos y empiezo a pensar que lo conseguiré llegan otros negros que me dejan aterida de miedo y desesperanza.
Experimento como si una niebla de amargura y desesperanza me cubrieran el alma.
¿Cómo puedo calmar el miedo? ¿Cómo ahuyentar la soledad?
¿Cómo desembarazarme de esta sensación de inutilidad y culpa?
Y sabes que no debes permitirte que te aplaste, que debes hacer algo, poner las manos, detenerlo, hacer uso de todas tus fuerzas y empujarlo lejos de ti.
Pero algo dentro, una pequeña parte de ti está arrinconada, cabizbaja y sabes que necesitas de esa pequeña parte para empujar al mundo y evitar que te gane ese bajón descomunal y termines herida en el piso. Y le haces señas a esa partecita y le pides una y otra vez que te mire, que se levante, que te apoye pero no, simplemente está ahí, sorda, ciega y muda repitiendo todo pasará y tratas de quitar una mano que sostiene a ese mundo que se avecina aún más fuerte, cruel y frío y le pides, ya con lágrimas en los ojos, que no te deje sola, ¡porque no puedes sola! porque le necesitas, de verdad le necesitas... Y a tu alrededor todo empieza a nublarse y lo que se veía claro ayer, hoy luce increíblemente borroso, lo que ayer era calor hoy está completamente helado y ese frío se filtra hasta lo más profundo de tu alma y convierte todo lo bueno en malo, en agrio, en imposible, en nada...
Y aunque tú estás ahí, luchando, resistiendo aún con las manos ensangrentadas... notas como todo a tu alrededor se cubre de gris...
Al final el mundo cae y te golpea la cabeza: todos esos recuerdos malsanos rebotan en ella y pasan por tus ojos imágenes que desearías -desde siempre- olvidar, pero no hay escape, están ahí.
Esa pavorosa soledad y al final con una luz minúscula el rostro de la esperanza de que algún día acabará y lloras intentando sentir de nuevo tus brazos, tu voz, tus consejos... y es tan insoportable,
¡¡¡ este dolor es tan insoportable !!! ¡¡¡tan terrible !!!
No puedes controlarlo y buscas desesperadamente una forma de huir de el, que no te atrape....
No conoces otra forma de salir de esa sensación.... entonces escribes y escribes y escribes para gritar al menos en letras lo que no puede tu garganta: ¡ AUXILIO ! ¡ AUXILIO ! hagan que esto se detenga, ¡¡ QUE SE DETENGA !! pero sabes que al final la única que puede pararlo eres tú, tú junto a esa partecita que se niega a prestarte ayuda.
Respira, respira, respira, respira.... aprieta ese corazón que te duele, apriétala fuerte y calma, calma, calma, calma, calma, calma.... Respira, respira, respira...
No quiero leer esto mañana y reírme pensando qué ridículo, menuda exagerada...
No, no quiero...
Mañana el mundo estará arriba de nuevo y empezará la lucha una y otra vez, una y otra vez, hasta que tú y esa parte se fusionen, entonces si bien no habrá líneas rectas como camino, al menos no habrán despeñaderos cada 10 metros...
Algún día...
Algún día nadie tendrá que pasar por esto, es lo que más deseo...

" A veces hay que tomar decisiones que duelen al corazón pero tranquilizan el alma"

 

Día 20. En la locura

He valorado noches peores que ésta, he oído sonidos más aterradores, he visto hechos más horrendos y un sinfín de situaciones más extremas, pero hay algo sobre esta noche que hace que simplemente sea distinta a todo lo que he vivido.
Es como si se transformaran las estrellas, como si se desvanecieran para renacer en un corcel que necesita de espuela y varilla que las haga brillar y no hay nada que las pueda detener ahora, la tragedia florece oscura en todo lo que rodean...
Como una sonámbula, puedo oler que el miedo ya está cerca. Como una carnívora saldría a buscarlo por las calles, lo haría si no le oyera hacer las cosas que él mismo me enseñó.
El ruido se mezcla sin embargo con los gritos de los cuervos parados contra los árboles  y el cuerpo se me mueve aterrado cuando se pone de pie y mira por la ventana, parece que las estrellas se llevan el anochecer al compás de sus esferas.
La noche pasa y el tiempo se me acaba ¿es acaso el tiempo subjetivo? Porque me parece que el recorrido de la puerta a la calle es un largo paraje en el que se me ha perdido la noche.
Despierta la ansiedad. Llega hasta mis espaldas con tanta suavidad como llegó.
¿Tendré que buscar mi aliento por mi misma ? Nadie contestó.
¿ optaré por el roce de la muerte ? Hay vida dentro de mí, puedo sentirla huir.
Siento el olor a la locura. El aroma a la extrañeza. La pincelada de arrebato, el dulce aliento de pura empatía flotando por dentro, he sido cautivada de su crudeza ante el olvido.
Años he estado esperando que alguien fuese capaz de saltar las murallas que había construido y solo la gran nada me llamaba.
No llamó  a mi puerta el Amor,  nunca nadie me dijo  que era hermosa. Solo la locura besó  la comisura de la realidad...
Perfectos y unidos como en un baile, casi son difusos los horribles límites donde comienza uno y termina el otro, es como si danzaramos entre medio de tiburones que están a punto de morder. Hermoso y terrorífico, el olor a sangre se mezcla con la particularidad del aroma que exprendiamos los dos. Nunca tanta sangre corrió por mis venas.
Ese olor ha desconsideración, olvido y traición. Impregnado de incomprensión carente de ilusión.
Como si no mandase en mi propia vida. Es como si unas manos invisibles me rodeasen el cuello y presionaran poquito a poco hasta quitarme el aire y robar hasta el último  de mis suspiros.
Como si el Amor fuera mi eterno verdugo, dueño de mis intensiones y ladrón  hasta de mis íntimos  sentimientos.
Sé  lo que parece desde fuera, el rubor invade mis letras dejando solo la locura impresa con el olor de su experiencia...
 
" La vida no se ha hecho para comprenderla, sino para vivirla. (Jorge Santayana)"
 
 

Ana Gabriel. Como olvidar

Cuando te rompen el corazón sin despedida...
 
 
 
 

Día 19. Me alejo de la gente tóxica


Hay veces que la estupidez humana no deja de sorprenderme. O la estupidez o la mala leche, que no sé qué es peor. Bueno sí, la mala leche unida a no tener dos dedos de frente. Estoy cansada de que encima que no ando mucho con las personas me encuentro con que la poca que me rodea es tóxica y uf madre que se arma parda. Nunca pensé en el daño tan grande que hacen estas personas hasta que una me consumió plenamente, me agotó y aniquiló.

Aunque no lo creamos, estamos rodeados de gente con personalidades tóxicas. Personas que nos hacen sentir mal aunque no tengamos la culpa, que nos usan sin que aparentemente podamos evitarlo, que nos tienen a su merced sin que nos demos cuenta. Muchas de estas personalidades las conocemos, pero no somos conscientes de su consecuencia tóxica, hasta que quizás ya te ha hecho el máximo daño pero nunca es tarde para alejarse de ellas.

Me dejó desecha, anulada y perdida. Aún pienso que soy inútil y no sirvo para nada ni siquiera que merezca vivir. Me carcome la soledad porque había inundado absolutamente todo mi espacio y tiempo y ahora no se ni donde poner las manos, mejor explicado ni hacer una O con un canuto.
Creo que lo importante es identificar a estas personas tóxicas lo antes posible. Para ello el psicólogo argentino Bernardo Stamateas, al que he leído y pensé que era bueno compartir sus palabras esperando que no me pase más y supere esto.
Da algunas pistas para identificarlas en su libro Gente Tóxica. Según el autor, esta persona es la que te roba energía, la que te mete miedo y culpa, en definitiva, la que como dice ” te nivela para abajo”. Son esas personas que destruyen la autoestima a los demás para ellos sentirse bien. Son esas personas que piensan que sólo ellos tienen razón y que sólo ellos saben cómo han de hacerse las cosas. Por regla general, agigantan tus errores y reducen al máximo tus logros o difunden rumores para acabar con tu reputación. Persiguen un objetivo: conseguir poder y control sobre todo y todos.

La gente tóxica potencia nuestras debilidades y nos llena de frustraciones”

Si esta definición te recuerda a alguien es que has estado en contacto con un persona tóxica. Al igual que los agentes peligrosos, este tipo de individuos son altamente nocivos ya que pueden destruir la confianza en uno mismo, alejarnos de nuestros objetivos y hasta arruinar nuestra vida.
Según palabras de Stamateas “Las personas tóxicas potencian nuestras debilidades, nos llenan de cargas y frustraciones. No des crédito a ninguna palabra ni sugerencia que provenga de los tóxicos. No te amarres a quienes no se alegran de tus éxitos”.

Clasificación de gente tóxica

No existe sólo un tipo de persona tóxica. Para poder reconocerlos y neutralizarlos, Stamateas desarrolla en su libro trece tipologías que adoptan estos seres nocivos. Éstas son algunas de las formas que adoptan:
  • Meteculpas: La culpa es uno de los sentimientos más paralizadores que hay, hace que nos detengamos en la búsqueda de nuestras metas. Este tipo de gente tóxica siempre traslada un mensaje: “No eres lo bastante bueno”, “tú me haces ser así” o “me sacas de quicio”.
  • Envidioso: Siempre trata de buscar aliados. Hablará con otros para envenenarlos porque su objetivo es boicotear cada uno de tus proyectos. El que calumnia, probablemente, no puede tener el mismo brillo que tú.
  • Descalificador: Su objetivo es controlar nuestra autoestima, hacernos sentir nada ante los demás para que él o ella pueda brillar y ser el centro de atención.
  • Agresivo verbal: Los gritos, las contestaciones agresivas y fuera de lugar son sus armas para hacer a la otra persona sentirse incapaz, débil e insegura. Su objetivo es despertar miedo a su alrededor para ser respetado.
  • El psicópata: Muestran una imagen que no se corresponde con su interior. Son tus ‘amigos’ mientras les sirves para conseguir sus propósitos. Una vez alcanzados te desechan y te tratan como si no te conocieran. Siempre se ofenden por todo. Hablan mal de todo el mundo. Son resentidos y amargados, y nadie puede sugerirles nada. Se muestran incapaces de detectar el sufrimiento humano.
  • El chismoso: Hay un aforismo que dice “no todos repiten los chismes que oyen, algunos los mejoran”. Este tipo de persona difunde rumores de manera constante para menoscabar tu imagen. Los rumores tienden a simplificarse en una única idea para hacerla asimilable por la masa. Busca notoriedad y hacer aliados.
  • También están el mediocre, el neurótico, el orgulloso, el manipulador, el jefe autoritario y el psicópata.

Los antídotos contra las personas tóxicas

Para el psicólogo Juan Cruz hay ciertos antídotos para este virus que infecta las mentes de muchas personas que están en contacto con un entorno laboral o afectivo poco saludable:
  • Detectar: Une medida para desintoxicarse es precisamente entrar en contacto con el veneno inoculado por el exterior o por ti mismo. “Hay que detectar la toxicidad para poder salir de ella. No escapar sino hacerle frente. Sólo gracias a esa toma de conciencia como observador externo el lóbulo frontal se activa y genera calma”, explica Cruz.
  • Adaptarse: Aunque la situación sea muy tóxica, se pueden desarrollar estrategias para poder adaptarse a ella. Es decir, tenemos la capacidad de aprender a descodificar la misma información de diferente manera.
  • Abstracción: Todos somos libres de ‘cerrar la ventana’ de nuestra mente al ruido del exterior. Aunque nos bombardee con mensajes letales, tenemos la capacidad de protegernos y cerrar las compuertas de nuestra mente a esa información.
  • Autoestima: Potenciar los recursos que cada uno tiene, realizar actividades que refuercen nuestras aptitudes y habilidades, buscar nuevos entornos más salubres donde se aprecien nuestras cualidades.
  • Relaciones sociales: Cultivar los vínculos afectivos verdaderos y las relaciones sociales basadas en valores. Fomentar la interdependencia y una buena red de amistades.
  • No al victimismo: Abandonar la autointoxicación, ese diálogo interior que repite una y otra vez los mismos mensajes negativos sin ofrecer nunca una salida.
  • Solidaridad: Hacer cosas por los demás o implicarse en proyectos solidarios es una buena forma para salir de uno mismo y su propia ‘desgracia’. Además, ayudar a otras personas que sufren es bueno para relativizar.
  • Abandonar: En ocasiones, sobre todo cuando las consecuencias afectan a la salud, hay que abandonar las situaciones contaminantes. Pero no es una derrota porque, a veces, para sobrevivir en un entorno tóxico, hay que convertirse en un ser tóxico. Y ese es un precio demasiado alto. Hay momentos en que una retirada a tiempo es una victoria.
En definitiva los profesionales nos aconsejan alejarnos de esa gente. Como dice Stamateas, hay que aprender a negociar, pero sin ceder nuestros derechos, pues nos pertenecen. Disponemos de dos palabras imprescindibles: la palabra SI y sobre todo NO, es decir, poner límites a esta personas, ambas nos servirán de gran ayuda parea resolver cualquier diferencia que podamos tener en nuestros vínculos personales. Se puede y se debe evitar que este tipo de personas tomen el control de nuestras vidas. Primero, identificándolas, y segundo, reforzando la autoestima y adquiriendo estrategias para no caer en sus redes. Pero cuando la situación compromete la salud o la estabilidad emocional, los terapeutas aconsejan alejarse de esas personas o ambientes para evitar convertirnos en uno de ellos.
 
Yo por lo pronto me he alejado, primer paso aunque muera por dentro pero cuando quedas absorbida, consumida, desecha y rota con esa sensación que no sabes ni puedes hacer nada sin esa persona ya la cosa se fue de madre y es la única alternativa. Dar un paso hacia adelante y poco a poco seguro todo seguirá su curso...
 
" La tristeza es un muro entre dos jardines.
Khalil Gibran "
 
 



Día 18. Soledad

Habla mi soledad y  dice que haga algo,
que mi corazón llora por estar siempre desierto
y que mi alma se reseca sin gotitas de afecto.
Habla mi corazón y  dice que está cansado
de estar como siempre sólo aunque parezca acompañado
mientras duelen en el alma
el desengaño y el desamparo,
y mis ilusiones se dispersan por esperar en vano...
Y de pronto miro dentro de mi ser y en un huequito
encuentro la muerte y resplandece una lucecita en mi corazón desierto...

" No tengo la responsabilidad de ser como los demás esperan que sea. Es su error, no mi defecto. "

Richard P. Feynman
 

Día 17. Me siento Misántropa

¿No habéis oído nunca eso de: "baila como si no hubiese nadie mirando"?
Yo tampoco; lo he sacado de un libro. Pero es verdad, ¿no? Por lo general , si no tienes suficiente confianza en ti misma o no llevas un par de copas de más, que también resulta efectivo, sales a bailar y te cortas.
Te mueves con más recato, con vergüenza, pensando que a lo mejor se están riendo de ti por mover así los brazos, o por menear asá el culo, preocupada por que te resbalen los tacones y te metas la hostia del siglo... cosas así.
Pero en casa es otro asunto.
Tú te pones la música a tope, te desmelenas, sonríes, pones caras, haces el ridículo, porque no hay nadie mirando. No hay comentarios maliciosos. No hay juicios. Nadie te toca las pelotas o se ríe de ti y te comenta "vaya cómo perreabas ayer, ¿eh?"
Traslademos la pista de baile a la vida cotidiana.
Estamos atados a miles de normas no escritas: se un niño ejemplar, un adolescente que no de problemas, estudia, ayuda en casa, respeta a tus mayores, termina el Bachillerato, ve a la Universidad, sácate el carnet, búscate un trabajo, gana dinero para comprarte un coche y una casa, consigue pareja, cásate, ten hijos. Obedece las órdenes, pasa por el aro, no pienses, no hagas preguntas, cállate, a nadie le interesa lo que tengas que decir, ¡dame la patita!, ¡sit!, ¡plas!
Nos educan en cadena para que seamos títeres de la sociedad, para convertirnos en "ciudadanos ejemplares". Nos obligan a consumir una vida prefabricada y a hacernos sentir culpables si su gusto nos sabe a rancio.
Crecemos con decenas de ojos puestos en nuestra persona, atentos a cualquier fallo que les permita volcar su descontento y desquitarse, ensañarse, convertirnos en cabezas de turco. El mínimo error se magnifica y se convierte en tragedia.
Da igual lo que hayas hecho antes, a quién has apoyado, cuántos consejos has dado o las sonrisas que hayas ayudado a sacar: un solo patinazo y acabas etiquetado para el resto de tu vida.
Sí, ya sé que piensas que eso te ha pasado a ti. Seguro que te ha pasado. Pero no te sientas identificado sólo con la víctima.
No podemos olvidar que la sociedad somos todos y todas, de un modo u otro, fomentamos a erigir estos arquetipos sociales que dicen que si buscas sólo tu bienestar eres malo, que si cometes un error eres malo, que si te niegas a prestar oídos a las murmuraciones eres malo.
Yo digo: a tomar por saco. Si a nadie le importa que sufras, ¿por qué debería importarte que les hagas sufrir tú?
Es ley de vida que haga lo que haga una persona, otra va a salir mal parada.
No te mortifiques por los daños colaterales, limítate a minimizar el sufrimiento que puedan causar tus acciones a la gente que te importa y a la que le importas, y si no pueden perdonarte un fallo, significa que no merece la pena que te preocupes por ellos. Vive como si no hubiese nadie mirando, porque ninguno de los que te miran va a vivir por ti.
¿Y me preguntan por qué me siento misántropa? Tócate los cojones.
Huyo de los hombres y mujeres,
del trato humano no solo por sentimientos de repulsión o de timidez, sino que mi aversión es más o menos deliberada o reflexiva. No solo mi sentir, procede de los instintos y sentimientos, sino también por experiencia y reflexión.


" Algunas personas son tan falsas que ya no son conscientes de que piensan justamente lo contrario de lo que dicen. " Marcel Aymé.
 

Día 16. Se me permite odiar

El llorar sin sentido, aunque sepamos por qué.
Los abrazos vacíos,
que nada llenaron,
Las mentiras disfrazadas en falsas palabras,
la vida sin un fin, ahogándonos en lo insignificante,
el olvido que abandona, mientras el dolor es eterno,
la verdad de los sueños, y lo cruel de no formar parte de los tuyos.
Lo inocente que se pierde, mientras algo amargo crece,
la impotencia de desear que me hubieras querido, quedando solo esperanzas en un nido vacío.
Un nudo en la garganta, deseando gritar,
el extrañar sin ser extrañado.
Que duela querer, y la impotencia de no demostrarlo
por no corresponder con una sonrisa, sabiendo que es la cura de la tristeza.
Mostrar mi corazón y que no se percaten que esta ahí.
Son los abusadores que dañan al espíritu,
las malas palabras que entierran al amor,
el jugar como niña, lloriquear como adolescente y no sentirte mujer
por desear un beso, y que nadie tome mis labios
y esperar un abrazo mientras la fría noche te consume.
Odio odiar los detalles que hacen de ésta mi vida,
escribiendo el prólogo de mi vida inconclusa
descubro mi odio a mi esencia...
Nosotros somos los autores de nuestro propio libro, la vida.
A veces creo que aún no me entiendo por completo,
soy mala escribiendo mi libro,
por que a veces me olvido de mi.
Hoy me rematastes cuando me reclamastes,
tus sacrificios, tus privaciones personales para que nada me faltase...
Que era hora de vivir lo que por mi culpa no pudiste,
pregunto yo madre, acaso no es ese el deber de madre,
cuándo te pedí nacer, nunca lo hice ni lo haría en tu regazo.
Cuándo me apoyaste o diste ese abrazo...
¿ Puedo odiar ?
Según tú, no odias
¿Es malo hacerlo dices?
No lo creo…A mí siempre me has odiado y alto precio he pagado.
Odio para no lastimarme, para no decepcionarme.
Si me lastimas me duele,
Pero si te odio y me lastimas ya no me duele.
Simplemente ya por ti no siento nada. Pasaste a ser gente a la que no le importo porque no importa lo que yo sienta.
Gente que consume mis deseos,
que solo usa, utiliza y expone como un premio.
Cuando tropiezo solo me ignoras, no me apoyas.
Escucha esos sordos gritos de dolor…
¡ Cuándo será el premio
mi persona !
Y no solo una sombra mas de la tierra…

“Querer es esencialmente sufrir, y como vivir es querer, toda vida es por esencia dolor. Cuanto más elevado es el ser, más sufre… “
Arthur Schopenhauer.
 
 


Día 15. Vive en mi

Mi miedo. La lucha, la huida y la evasión del dolor, revisa de manera
constante mi alcoba cada noche.
Todo lo que llega a mis sentidos, controla mis emociones y el pánico
me aborda en cada amago por dormir.
El pánico se instala en mi cuerpo y me impregna de dolor y terror.
Diviso peligros irreales que dan magia a las horas de desesperanza, el
reloj avanza pero yo continúo en cadena perpetua.
Excusas pongo para retrasar su llegada, historias creo para no
acostarme en el lecho tortuoso que me trasporta a realidades inhumanas e
indeseables que atormentan la velada.
Quedo paralizada cuando llega la hora de dormir y no se puede, no
quiero dormir. La sensación de dormir me produce vulnerabilidad y desconfianza.
Me oprime, altera mi percepción de las cosas, una dura realidad.
Mi negación a dormir es tal que me lleva a tensiones y ansiedades dispares
conforme avanzan las horas.
Me alimento de mi miedo que es fobia, no puedo esconderme, debo ser
fuerte. Mis dudas de dormir, cuando es tan sólo parte esencial de la vida.
Es tan sólo una puerta a algo mejor, algo perfecto, y para mí es su trampa:
un disfraz de algo tan poderosamente malo que me asusta. Trato de escapar
de ella, cuando ella vive dentro de mí. Es de lo que escapo una y otra vez.
Por eso su papel es ponerme a prueba cada noche, para ver, si a pesar de
“traicionarla”, merezco lo perfecto que ella nos puede dar
 La veo como una enemiga.
Me escapo de algo que ni siquiera me persigue, tan solo, vive en mí.

" El que no esté seguro de su memoria debe abstenerse de mentir.
Michel de Montaigne. "



Día 14. Soñando con un abrazo

Siempre que escucho esta canción siento que hay alguien por ahí al que realmente le importo. Desearía que hubiese estado durante mi infancia para poder ayudarme. 

Siento que soy exactamente igual que la chica que sale en el vídeo. Es decir, que la chica del vídeo soy yo de jovencita. 

Leí que pink escribió esta canción cuando se quedó embarazada de su hija para poder transmitirle que no quiere que ella siga sus mismos pasos, que ella siempre sera perfecta para Pink, su madre.
Lo que siempre he soñado que me diga mi madre...

Cada día cuando me despierto deseo estar de nuevo en mis comienzos, en mi infancia,
que mis padres estén a mi lado, que me digan que saben lo que está pasando y que no van a permitir que todo eso siga... pero es tan solo el final de una nueva noche que da paso a un nuevo día, nada más.

El tiempo no ha vuelto atrás. Y mis recuerdos de un pasado tormentoso que no me deja ser feliz siguen a allí. para siempre.

Nunca seré lo suficiente para mí madre ni tendré su amor que tantas veces reclamo, nunca tendré respuesta a mi por qué, lo único que hice fue nacer a su lado...


Día 13. Lucha

Luchar es romper las cadenas y no atarse a nadie,
caminar con el paso valiente de un bravo guerrero, 
encontrar ese olor diferente
que sólo se siente
en el aire sincero.
Luchar es seguir una huella
sin dejarse vencer por el miedo
y soñar con las canciones más bellas
porque en las estrellas
sueño cuanto quiero.
Luchar es sentir hasta pena
por los pobres con mucho dinero.
Luchar es salir a escena
y ver que está llena
de gente que quiero.
Luchar es saltar por encima
de las piedras que caen sin mirarlas.
Seguir siempre el camino a la cima
sabiendo que arriba
te aguarda un te quiero.
Luchar es romper silencios.
Luchar es usar el pasado como catapulta a nuevos senderos.
Luchar es que te digan ¿por qué? 
y contestar: Porque quiero y puedo.

Día 12. Bajón con desespero

En los momentos que quieres explotar, desvanecerte, que no puedes con esa dualidad interna que te está matando. La gente no entiende que sufra, no entiende que no pueda nunca dejar mi mente en blanco, que haga las cosas más importantes de lo que son. No entiende la angustia que se siente cuando no puedes confiar en nadie salvo en ti mismo, porque allá donde vas te juzgan, critican, dañan o rechazan.
En estos momentos pienso en la gente que ha osado por mi vida y que, ya no está, que me dejaron atrás. Algunos de toda la vida a los que llamaba amigos, otros que no eran tan importantes pero estaban ahí... Todos.
Pienso en el hombre que amo. Pienso en los errores que comentí y en los que sigo cometiendo. Pienso en todas y cada una de las veces que, como hoy, me encontraba sola y no tenía con quién hablar. Vuelve la dualidad. El sentir que hace pensar que es una tontería,  o el que me hace pensar que yo no valgo la pena, que nada es lo suficientemente importante como para estar aquí. Sé cual sentir debo escuchar, nunca al que me hace sentir así, pero no puedes evitar hacer caso al otro.
Al que me provoca náuseas y mareos, lágrimas, rabia y dolor. Con ese me siento mal.
Tengo ganas de abrazar a alguien, a ese alguien que me hace sentir bien cuando estoy a su lado, aunque probablemente el también me haga sufrir. Es inevitable.
No se si en algún momento llegará alguien que se quede y que me quiera, que me acepte, que me abrace. Que de prioridad al buen sentir para salir del rol del dolor por todo.
Hoy me duele amar, equivocadamente a quién no debo.
Como duele amar, se anestesia mi alma esperando su aliento porque aunque frío y seco es su sustento.
Nunca me amarán de verdad, ni si quiera yo misma.
Brota mi latir en esta noche de pena sin estrella que alumbre ni cuerpo que sostenga las lágrimas derramadas en mi pecho con este desespero.
Simplemente pérdidas las ganas de seguir...
 
"La gente suele ser curiosa por conocer las vidas ajena y desidiosas para corregir la suya propia"

Agustí De Hipota
 
 

Día 11. Todos queremos volar

Si así como la libertad de la mariposa mis recuerdos pudiese abandonar,
si así como ese vuelo,
yo alzara el mío,
si no me rindiese.
Así como el azul de tus alas es el cielo y el mar que contemplo cuando quiero volar y perderme impaciente por el paso del tiempo.
Por qué anhelamos tanto cariño
y amor,que necesitamos envolvernos de los tesoros que ofrece la vida,
con un simple detalle.
Exaltamos el alma y nos llenamos de emoción y
buscamos afecto que nos fue negado,
cariño que se nos prohibió encontrar y
amor que reclamamos al lado,
que nos acompañe en el vuelo...
Pero a veces no sabemos recibirlo o simplemente lo evitamos,
de nuevo caemos mil veces e intentamos levantarnos,
a pesar del esfuerzo, de las adversidades y las piedras en el camino,
seguimos tratando de levantarnos, aunque digamos no puedo.
Alzamos el vuelo y empezamos de nuevo a ver la vida pasar o tratando
de volar.
Quiero volar y sentir el viento en mi rostro, contemplar el
alba cada día sin miedos. Quisiera revolotear por donde mi alma pueda
llegar, sentir inmenso amor al pasar por cada lugar que mi imaginación me
llevase, soltar el rumbo al destino para rendirme al placer de la vida...
No quiero llorar, no quiero descender, no quiero retroceder, no mas drama ni
sufrimiento que enturbie la dulce morada de la esperanza.
Fuera la maldad, fuera los enemigos, vuela conmigo olvido...
Saber amar, sentirse amada, retomar rumbo a los sueños,
llegar donde duermen las promesas, donde queda la suerte, el destino.
Arropar el miedo para vencer luego y despertar a la vida, a las ganas a
la ilusión, a la magia y a la emoción que un día perdí y con mi vuelo grabaré el manifiesto de su encuentro...

Dia 10. El falso querer

Seguí el camino de alejar de mí lo dañino. La falsedad, la frialdad, las personas. Por un lado desistí de amar a quien no ama, me rendí ante tratar de entender por qué, que nadie responde, de familias vacías que el problema lo poseen ellos no yo. No tengo que ceder ni soportar solo por amor, se puede amar como los erizos, estando sin que dañen lo más mínimo. Luego los amigos o aquellas personas que nos rodean el día a día, pues una vez que una se acepta lo menos es que te acepten y por los mismos motivos a quien no le guste que se aparte.
No tengo que ser perfecta ni agradar a todos para que me quieran, nunca he necesitado eso menos ahora, quiero rodearme de las personas que realmente me han ayudado y me aceptan y lo mejor me aman sin condición ni explicación. Soy yo misma siempre aprendiendo y mejorando sin reprocharme un mal día o una mala noche, enfocando las secuelas para tratar de seguir viviendo con ello sin culpas ni castigos, todo lo que quiero que me rodee ha de estar en lo que deseo. Misión nada fácil cuando siempre encuentras quien juzgue o critique tus actos o pensares, por ello es un camino siempre por hacer bajo el respeto por una misma, nadie tiene derecho a ello y darse a respetar es no castigarse porque bastante lo han hecho, es hora de actuar consecuentemente. Usar nuestra vulnerabilidad, nuestros temores, nuestros días malos, nuestros puntos débiles, es lo que no debemos permitir, alejarse de todo ello es el primer paso.
Puede ser una tontería a simple vista pero solo el que lo sabe, lo vive y lo conoce o padece entiende, es el motivo de repetir patrones y roles, de castigarnos, de culparnos o ir por caminos insanos para destruirnos y destruir todos los sueños o logros.
En la mayoría de las ocasiones, encontramos personas en la distancia que hacen más que los que tenemos cerca, es como el dicho de mi amigo es mi familia porque está ahí cuando lo necesito cuando quiere o quiero simplemente está más que la familia cuando debe. Siempre dicen que no se elige la familia sino los amigos y yo manifiesto que eligo mi familia y mis amigos, no acepto lo que me daña solo por sangre, eso ya es hora de cambiar. Quiero en mi vida precisamente eso VIDA.
Mi camino será largo y duro, soy consciente de ello, caeré miles de veces y tiraré la toalla otras tantas pero seguiré, eso también lo se.
Quiero dejar la persona maltratada, usada y humillada y dejar de actuar y hablar como tal. Quiero dejar al lado los miedos y vencerlos o aprender a digerirlos para seguir un camino que aunque parece locura y odisea me da menos penas.
Hay que asumir tantas cosas, familia que no te ama a pesar que tú si, amigos que te usan o traicionan o no respetan que son mejor así que de enemigos por decir algo cuando los ignoras y alejas para solo llenarte de lo bueno, positivo y lo que de verdad merece.
Muchas penas que solo el que las vive comprende.
Como el mundo es egoísta y no mira más allá de su ombligo al ver llorar o escuchar los silencios que desgarran, pero no podemos cambiarlo todo. Pero si seguir luchando empezando por fortalecernos primero. Yo me quiero y me da igual ya quien no me quiere. 
 
“Las palabras son como las abejas: tienen miel y aguijón.”

 
 
 

Día 9. Lo que sobra

Cuando nos olvidan, ignoran lo que sentimos y pasan de nosotros como si les avergonzáramos, es lo más duro, cruel y doloroso.

Puedes pasar de todo menos de los que te importan, es algo que no puedes evitar.

No hay palabras...Sólo percibes los hechos, caminan por delante de ti a una cierta distancia para no ir a tu lado, excusas como no me apetece este sol para pasear pero en realidad demuestras que sin ti no les molesta, así un sinfín de detalles que con el tiempo te das cuenta que no son cosas tuyas sino que es la pura realidad, molestas.

Se avergüenzan de ti y es cuando quiebra la autoestima, nace la inseguridad en uno mismo y hueles el fracaso como persona...Es lo que sientes aunque no sea tu fracaso sino el de ellos como calidad humana.

No puedes ignorarlo ni mirando a otro lado, son cosas que duelen y llegan al alma.

Las cosas nos afectan mucho más, las percibimos de forma más sensible probablemente pero no somos idiotas para no darnos cuenta cuando sobramos.

A los que nos hacen sentir así de insignificantes les digo desde mi espacio, que os den. No nos merecen tener al lado. No caigamos en sus sucias redes porque ya bastante tenemos. Aunque les queramos, son gente insana, dañina, el tipo de gente que debemos alejar cueste lo que cueste porque ya es suficiente.

Creen que somos gilipollas enfermos dependientes de su presencia, que no podemos vivir sin ellos.

Pues NO, aprendamos a decir basta de meter más mierda en nuestra vida que mayormente, se está mejor sólo que mal acompañados y castigarnos con ese tipo de compañías no es nada bueno.

Pon un punto y aparte, continúa el viaje que la gente siempre entra y sale y nunca sabes lo que el futuro nos depara pero sí que el presente es tuyo y eres tu quien manda.

" No puede impedirse el viento, pero hay que saber construir molinos". Proverbio holandés.

Día 8. Mi monstruo

No se expresar el dolor de conocer los monstruos, pude comprender que no sólo viven en los cuentos o en la imaginación.
Conozco un monstruo que me ronda en los abismos de los días, que me fustiga con las atrocidades más impensables, que abordan mis recuerdos y en ocasiones domina mi presente. Asusta al pesar que no puedo mostrarme como antes. Antes de ésta jodida enfermedad. Ella es mi monstruo.
A veces, la oculto, escondo mi monstruo.
¿ será cuestión de no verlo como ven los niños a los monstruos o precisamente verlo como ellos pues en su desconocimiento no ven la gravedad?
Fui testigo silencioso, de cómo implantó y sembró el miedo en mi interior como para tener aún fuerza en sostenerlo.
¿Cómo expresas algo que aterra, cómo digieres cuando sientes el miedo en tu nuca?
¿Cómo calmas el dolor y pavor cuando las sombras te abordan?
Un silencio obligado, adquirido y aprendido que aún se mantiene en el olvido pero no en el mío. Lo arrastró cada día, convivo con él.
Los días se labran y también sus huellas, no se borran ni se desprenden así de fácil,
marca su crueldad, sus atrocidad y aún ni narrarlas sino a puras medias tintas.
¿Cómo fluir con esos sentires? ¿Cómo latir con esos temores? ¿Cómo hacer para vencer? ¿Cómo aliviar entre tanto dolor? ¿Cómo no perderse entre miedos?
¿Cómo ver la luz del camino ente tantos pavores y desabores que quitan aliento a las fuerzas? ¿Cómo acabar con el hastío de lo insano y calmar con consuelo el paso?
Temido monstruo sólo queda hacerte frente mientras me cuestiono cómo y hago lo que puedo...
 "Los heroes dormimos siempre con un ojo abierto". (Sheldon Cooper,en la serie "The Big Bang Theory").



Día 7. El vacío

Me gusta mucho tratar de encontrarle el sentido a la vida para poder seguir adelante...
Pero a veces veo a la humanidad demasiado perdida, lejos distinta o quizás  es mi percepción  de realidad la que es difefente.

Drogarse para evadir la realidad, beber, tener sexo casual... Todo lo que pueden hacer para buscar algo que llene y al final seguimos teniendo ese vacío,  como que necesitamos un refugio.
Luego no son muchas veces, las personas, ellas mismas, se ponen una máscara y dejan que el ego las domine.  Me resulta complicado entender.

Puede ser que esa sensación de vacío, es el resultado de carencias emocionales vividas en el pasado y que podría trabajarse por ahí.

Con respecto a la sociedad en general creo que matamos nuestro instinto e intuición animal, perdemos el contacto con la naturaleza y vivimos en desarmonía con ella. Esto nos causa disonancias, según lo veo yo. Y además, todos absolutamente tenemos y hemos vivido situaciones traumáticas que nos pueden marcar más o menos.

Todos tenemos algún vacío,  yo siento vacío. Todos los que enmascaran el vacío en vicios o malos hábitos, están de acuerdo que cuando el efecto de la droga y el alcohol desaparecían sentían una inmensa soledad, vomitaban y se encontraban fatal, se planteaban por qué  y para qué pero sus cuerpos pedían más y eso que lo "tenían todo" (que mentira más bonita), pero una vez y otra seguían  poniéndose "la máscara".

El mundo está lleno de falsedad, egoísmo.

No negaré que existe también personas fantásticas pero son la excepción que confirman la regla.

Hay personas que solo viven para dañar a los demás, que son dificiles de ignorar y sus actos son irreparables, simplemente por pura maldad.     

" El hombre grande es aquel que en medio de las muchedumbres mantiene, con perfecta dulzura, la independencia de la soledad. "
Ralph W. Emerson  

Día 6. Los cambios

Los cambios cuestan y mucho, no siempre son para bien pero se intenta que lo sea. He emprendido un cambio, me agobié mucho y tomé  aire en otro lugar con la esperanza de relajar y fortalecerme. puede tomarse como huída pero es solo cuestión  de estar lo mejor posible. Ha sido agotador la mudanza, limpiar, ordenar y también  lo rara que me siento. Soy de rutinas y pues estoy un poco extraña.

Miro lo positivo, cerca de mis amigos, de todo y a la vez tranquilo lugar. Espero con ganas que funcione y de temporal llegue a ser definitivo.

Cuando era pequeña me mudaba constantemente hasta que al final mis padres dieron con la que aún  es su casa. Quizás  corra esa suerte sino habrá  sido una aventura.

Las noches son algo malas es raro, como que no sé dónde  ponerme ni cómo, música, leer, tele, pruebo todo y me cuesta dormir.

He comprado el libro "Diamantes en bruto " de Dolores Mosquera, a ver si me ayuda a autocomprenderme, conocerme y aceptarme así  como a los que me rodean, ya os contaré  que tal está  el libro y como va este cambio forzado.


" Para que la luz pueda brillar intensamente, la oscuridad debe estar presente. "

                                                 Danny de Vito

Dia 5. La impotencia

Cuando se cierran las puertas abres ventanas porque no hay más remedio que ver alguna salida, sino se estará perdido. Ya tenemos con esta cruel enfermedad para encontrarnos impedimentos en nuestra vida que tratamos que se lo más normal posible. No hablo de tener privilegios por tener Tlp pero sí de que se nos proporcione ayuda, la cual a veces no llega, no se encuentra o no puedes pagártela.
Yo tengo hasta una discapacidad, mayormente por Tlp y pues no he encontrado la yuda que requiero, que necesito y es vital para mi vida. No me llega para costeármela. Encuentro muchas barreras y mi impotencia nace, crece y se extiende demasiado ya.
Mayormente, me siento indignada, inferior e incluso rara. Pues así me han echo sentir cuando busco ayuda.
Estoy pasando de relacionarme con nadie, solo lo justo y necesario. Prefiero la ausencia de gente a la esclavitud y daño de las observaciones, críticas y rechazo.
Un mundo injusto para nada igualitario donde prevalece la ley del más fuerte. Con lo cual te pones la coraza y tras de sortear como puedes los baches. No hay secreto profesional, no hay médicos competentes y a veces no queda ni dignidad y sigues bañándote en el mar de la impotencia para mantenerte a flote.
Son muchos los impedimentos para tener una vida normal. Todo se complica demasiado y cansa.
En fin luchando contra la hipocresía y venciendo la impotencia.
Buscando un bien estar en el mundo...

 
" Para que la luz pueda brillar intensamente, la obscuridad debe estar presente. "
Danny de Vito


Vivir a veces resulta complicado y  resistirse ante el vaivén en alta mar lo es aún más. Mantente a flote, sé como aquellas las ranas de Jorge Bucay

Cayeron a una taza llena de crema desde la que no podían saltar.
Tras unos momentos pataleando una de ellas se rindió y dejó de mover sus patas, pues no encontraba sentido a demorar su muerte realizando un esfuerzo inútil.
La otra rana, sin embargo, pensó que merecía la pena pelear hasta el último segundo de su vida y siguió moviendo sus patitas cada vez más deprisa. Así que de repente, sorprendida, empezó a notar cómo la crema se convertía en manteca fuerte y dura, permitiéndole coger impulso y salir de aquella taza.



Es cuando hablamos de la resiliencia que significa no concebir seguir caminando como imposible,caerse mil veces y levantarse mil y una. Hay que ser fuerte, resistir y trabajar por pelear porque la dificultad de algo aumenta en la medida en la que dejas de intentarlo y la vida es lo que ocurre hoy, no mañana.


La sonrisa es tu garantía, son los destellos de tu valentía; cuando estamos absortos no sonreímos si en nuestro interior ya no queda ilusión y alegría por nuestro objetivo.
Las ganas de abandonar también forman parte de nuestra fortaleza, nuestra paciencia y nuestra persistencia; porque después de un “no puedo” llega el “venga sí, que sigo”, como el ave fénix resurgía de sus cenizas, así luchamos ante la impotencia y los obstáculos.

La resiliencia, esa capacidad para no rendirnos ante las adversidades y conseguir adaptarnos, es nuestra mejor arma ante el agotamiento y la resistencia que nos ofrece la vida. A veces no consiste sólo en hacerlo bien y tenemos la obligación de rozar la propia perfección para seguir respirando; pero esto es porque 
nuestra naturaleza no es quedarnos quietos, eso lo hacen las piedras las cuales moldeamos al encontrarlas.

Deberíamos de sanar y reparar nuestras heridas por las caídas de la vida, convirtiéndolas en nuestra parte distintiva, nuestra verdadera belleza. Las arrugas de nuestra piel no son sino las marcas de una gran vida con  muchas historias que contar.

Es importante que nos permitamos tocar fondo, nos da excesivo miedo. La clave está en no dejar el barco a la deriva, no amoldarnos ni dejarnos llevar, lo realmente valioso es lo que cuesta, es en lo que ponemos el corazón.



:“Resiste porque serás feliz, pero primero te haré fuerte”

Día 4. La mala compañía

Buenas, en esta ocasión de repente el grillo dejó de oírse,
en su lugar la inmensa soledad se abría paso.
Todo parecería una simple y tranquila noche salvo por aquel vacío que retumbaba.
Medio despierta, medio dormida aún lo sentía.
Eran los quejidos de la nada, eran los aullidos del vacío.
Allá donde quisiera esconderme penetraban.
Ecos del tormento tal vez, huellas del infortunio quizás, pisadas del abismo no más.
Tortura de ausencias, deleite de recuerdos, quizás vividos, tal vez imaginados.
Simples sueños anhelados.
Bacantes de momentos resguardados del destino.
Andantes letanías de internas espinas.
De pronto sentí que llegabas, mi mejor amiga por obligación.
Querida ansiedad que llegaste sin ser invitada ni evocada. A pesar de no quererte llegas a joderme.
Nada de mis intentos hace que te marches encima vienes con premio, esa migraña que no falte al frente para bordar la noche.
Hoy no hay más que esto no es un buen momento el dolor hace tregua en este cansado cuerpo...

" El cansancio que tengo es infinito; todo el dolor del mundo lo he probado; un laberinto de ansiedad habito y a tientas me revuelvo en lo intrincado."

Guadalupe Amor