Día 3. Amor, sexo y sentimientos

Buenas, hoy hablo del amor, sexo y sentimientos. Es muy difícil las relaciones sentimentales y como que el sexo sin sentimiento tampoco podría. No es que haya tenido muchas experiencias, claro que aún soy joven, pero las suficientes para complicarme. Aunque el sexo sea maravilloso, completo, pleno y satisfactorio siempre están los sentimientos para subirme en el carrusel de la inestabilidad. Si quiero blanco es negro, si ve azul yo blanco y así se lleva, días mejores días peores.

Comprendo la dificultad para soportarnos porque reconozco que hay días que ni me soporto yo. Probablemente la hipersensibilidad entra en el juego de la relación y todo nos molesta, lo vemos y sentimos a nuestra forma y todo se complica un poco. Pero sí es posible llevar una relación, empezando por darle una oportunidad a ella e intentarlo.

Los estados de ánimo influyen pero existen esas personas y les digo chapó a ellas que no tienen miedo, nos aceptan, aman y mantienen una relación sin importarles las secuelas de sufrir Tlp.

Van más allá del puro sexo, que aunque importante, necesario y fascinante no es lo único.

Hablo de sentir, de permitirnos sentir sin miedo, de hablar de lo que sentimos con nuestra pareja para poder comprendernos y apoyarnos aunque pongamos barreras y frenos en muchos momentos de nuestra inestabilidad, se quedan soportando el paso y colaborando para que sea lo menos duro posible.

Yo parto de la idea de intentarlo, de escucharme a mí misma y compartirlo para que me puedan ayudar y ayudarme a mí misma. Muchas veces no hablamos por vergüenza, por dedicarnos a culparnos, y el silencio es insostenible.

Es cuando nos convertimos en una fábrica de Automortificación, cambiamos la visión de lo que vemos de nosotros, de lo que sentimos y nos da pánico que pensarán de nosotros...Quizás miedo al rechazo.

La mala visión de mí misma, es la que me provoca el sufrimiento porque me ataco, me siento insatisfecha con la propia vida, no me comunico y es cuando se siente uno fatal.

Con mi pareja decido contar mis cosas, compartir mis penas y alegrías. Lo importante sentir que me escucha, que me apoya. Es una forma de tomar conciencia de mi problema y empiezo a valorarme al compartir.

Cuando uno se recrimina, no se comunica ni siquiera consigo mismo, al escucharte sientes que no estás solo. Dentro de cada uno está la fuerza y el mecanismo. No me enseñaron a pensar por mí misma, siento la necesidad de que alguien me haga sentir vivo, que me haga existir para estar vivo. Y es lo que debe haber con mi pareja sino, no funciona.

Lo importante es querer vivir, es el principio. Tampoco me enseñaron a vivir, porque me dijeron la vida es así a sufrir...Y no, no vivimos para pasarlo mal. Aprendo todo como puedo, intento no sufrir.

Es importante comunicarme tanto conmigo como con mi pareja, aspiro a romper la fábrica del dolor aunque tenga que volver a nacer.

" Quizás la verdadera locura no sea otra cosa que la sabiduría que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo, ha tomando la inteligente resolución de volverse loca. "

Los renglones torcidos de Dios.