Día 53. Olvidada

     Las mentiras que están perdidas en el tiempo, hacen que mi corazón no se sostenga más. Entre la espada y la pared llegué a estar, rompí esa barrera para volver a la dura realidad pero ahora con temor y tristeza siento que no pudo más. Camino perdida, como en un sueño extraño, mis temores se hacen más fuertes, tenía la capacidad de rehacer todo, mis lágrimas se dejaban caer sin detención alguna, mis manos siempre lograban secármelas.

     Me aferraba a la vida pero ya ni la entiendo ni quiero comprender. Puedo sentir mi respiración entrecortada por mi cuello, mientras la viperina lengua lame las heridas que tenía injustamente, haciendo que me atemorizara y pensara en lo peor, logrando que por los escalofríos me abrazara muchas veces a la muerte.

     No quería creer lo que estaba por pasar, sin más dejaba caer las lágrimas que bajaban por la nuca y con mi mejilla humedecida de llanto rozaba suavemente las marcas de mis heridas.

     Noches largas para terminar sentada en la orilla de mi cama, sintiendo como una brisa fría rozaba levemente todo mi cuerpo, haciendo que mi parte humana se diera cuenta de la calidez que le había brindado la vida a la vez que mi parte irracional detuviera lo malo para siempre recordarlo castigando mi cansado cuerpo por ello.

     Permanecí así, durante un par de minutos, el silencio era eterno e incómodo, no dejaba de pensar en los actos ocurridos por lo injusto del mundo, por lo malo que me había ocurrido en él que no paraban de suceder, aún no podía entenderlo, por qué, qué pasa, por qué cada vez se nos trata como animales más que como humanos, por qué se nos humilla y olvida tanto.


     El tiempo se deforma, y termino por delatar mi dolor en cólera, recuerdos que grabaron para siempre, vuelan sin razón ni rumbo. Pero no hallo en mi mente frágil ni un semblante, me aferraba sola a las migajas de lo que un día había sido esperanza.

     Aún mi mente divagaba en lagunas mentales que jamás acababan, me senté sobre mis talones dejando ver en mis rodillas, medias agujereadas que llevaba puestas en ese momento junto alguno que otro moretón y quemaduras en mi piel, mientras veía como una lagrima había dejado caer sobre estas delineando una quemadura, haciendo que me ardiera apenas,

     Llevando mis manos entre mis piernas y apretando con fuerza los nudillos de éstas formando un puño por el ardor, dejando en mi rostro una mueca de dolor pero a la vez tristeza, mientras rompía en silencio el llanto, sin lograr alejar la tristeza de mí, era cuanto podía hacer.

     Quería amnesia en mi corazón para mitigar mi dolor. Notaba como mientras las pupilas de mis ojos estaban dilatando notoriamente, mi rostro expresaba tristeza ante la especie humana, desesperanza ante el respeto y la dignidad tras ser tratada como animal.

     Seguiré con mi careta puesta para sobrellevar la pérdida de la esperanza, la pérdida de las ganas por luchar.


“ Hasta una falsa alegría suele ser preferible a una verdadera tristeza.
René Descartes. “





Día 52. Guerrera

   Llevo esperándote toda la vida. Y ahora no se que debo hacer.
Tenía una motivación para abrazar un nuevo día.

   Sin embargo mi monstruo ha vuelto a nacer.
Llevo en una mano cargando una culpa. Y en la otra una acusación.
Estoy flaqueando en mi posición.

   Miles de gritos ahogan mi mente. Hay llamas de odio que no logro sofocar. Desde hace mucho tiempo ando algo  ausente.
Y la plena calma no he podido alcanzar.

   Sé que el estar conmigo es una tarea difícil. Que el conocer mi verdad causa una repulsión sin fin. Y que mi guerra interna parece que nunca va acabar.

   Venceré a esa bestia y lograré ahuyentarla. Me he vuelto cada vez menos hábil, y en mí el miedo he dejado entrar.
La guerra ha estallado de nuevo. El baño de sangre va a comenzar.
Adquiero más fuerza para el fuego. El campo de batalla no me va destrozar.

   Si soy asediado en mi último refugio y no tengo las fuerzas para ganar ¿ vendrás a mi auxilio y escogerás el no abandonar?
No soy yo sola la victima de esta maldición pero tampoco soy el agresor.

Ya sin más preámbulos solo me resta decir, que guerrera soy y guerrera moriré.

"  La razón por la que me hablo a mi mismo es que soy el único cuyas respuestas acepto.-George Carlin."


Día 51. Se siente...

     Es posible que me corte porque es un dolor que puedo controlar cuando paro. Mientras que el dolor en el interior. No se detiene. Nunca se detiene. No es el control sobre el dolor que necesito, es su poder de decidir cuándo es suficiente.

   Es como una adicción, empieza por poco y no puedes parar hasta llegar al punto de darte igual si se ven las cicatrices porque las internas son peores.

   Es como si necesitase las cicatrices, tengo que ser capaz de culpar a ellas por no ser digno de dejar de sufrir.

   Necesidad de ser capaz de culpar a mi pasado, mi locura, el dolor y lo que lo causó.
Las cicatrices son como mi máscara del dolor. Cubren mis muñecas.

   Algunas desaparecen con el tiempo pero las internas jamás así que las vuelvo a hacer aparecer.
Mis cicatrices no son mi forma de mostrar que necesito amor y apoyo o llamar la atención.
Son mi manera de ocultar el hecho de que entiendo por qué lo hago y que es mi dolor.

   No son buscando el suicidio ni siquiera rozarlo, es simplemente calmar mi dolor.
Un dolor latente dentro de mi. El dolor de un cuerpo roto.

   Libera mi dolor emocional. Cuando gotea la sangre sale un poco de ese dolor.
Según sana la herida, crece de nuevo mi interno martirio.

   Controlo las autolesiones se parar pero no soy egoísta por hacerlas. Siento que puedo cortar de esa forma desde mi corazón, recuerdos, y el alma liberar.

   Sin embargo, los pequeños fragmentos de mi dolor, están  incrustados y no pudo hacer palanca hacia fuera.

   Como una mala hierba obstinada en un hermoso jardín. Ésta es mi agonía, éste es mi vivir...

" Las tormentas hacen que los árboles tengan raíces más profundas. Claude McDonald. "


Día 50. Sentires

     La noche trae a la triste soledad que me acompaña, la cual se posa junto a mí en la cama, me rapta incauta en mis memorias que me trasportan al frío y seco desierto nocturno donde yacen pensamientos mas ocultos.

   Se acumulan como mar que agobia y quema poco a poco mi alma. Ya nada llena mi espíritu, creo que tiene un gran vasto espacio el cual no se puede llenar con cosa alguna, lo único que hallo hacer es mirar como se desvanece mi futuro y ver el pasado con dolor y angustia.


   ¿Que puede ayudarme, cual fragmento falta en mi corazón, que es aquello que puede llenar este abismo de amargura ?


   Ten cuidado con la orquídea de dulce aroma que enamora, flor de hermosa maestría que disfraza su maldad con fragancia de inocencia.


     ¡ oh falsa benevolencia ! Bendito es aquel que resista y prevalezca por sobre la tentación de la lengua mentirosa, boca venenosa, que destruye el alma con palabras de grandeza, las cuales son como un gran yugo que quebranta mi espíritu y lo inunda a lo mas profundo de la tristeza y la soledad.


   Como el águila que muere entre medio de las ramas y a sus ojos no llega el alba ni aurora de luz, así yo muero en mi penuria e infinita amargura, he llorado tanto que mis lágrimas son sangre cristalina e impura, tanto he llorado que mis mejillas han marchitado como pétalo muerto y sin vida, tanto he llorado que con mis lágrimas se desvanece mi vida sin quedar rastro de ella.


" Las lágrimas derramadas son amargas, pero más amargas son las que no se derraman. Proverbio Irlandés. "



Día 49. El olvido


     Regresaba por el sendero ya conocido, entre maleza se escondía la entrada esperada.
Giraban las estrellas como polvos de hadas, rezaba el silencio entre el oscuro vacío.
Siento las húmedas paredes de la morada solitaria y en cada una hay talladas antiguas palabras.
     Sonrío, suspiro, tomo aliento y continúo en busca del paraíso y de mis sueños. Cuna de mis fantasías.
     Y es así como llego a un infértil terreno, reflejo puro de mi alma que lucha por llorar.
Me siento en mi roca preferida, estoy serena, busco un lápiz y empiezo a escribir.
     Círculos en el suelo que me llevan al mismo lugar, como ondas que me gritan sobre mi rutinaria vida.
     Como voces escondidas y recuerdos de lo que nunca pude borrar. Es así, de esta forma, en la que regresé a mi realidad.
     De las flores no quedan ni los pétalos marchitos y las aves ya no están. Esta noche sólo se oirán mis gritos... que buscan paz.
     Nos han dejado solos en el borde del mundo, la sociedad, el tabú...un espacio vestido de largas noches corrosivas donde el viaje es el recuerdo de nosotros que corta como una niebla, un silencio.
     Algo inevitable nos han dejado solos en un susurro desnudo almacenando entre nuestros dedos nuestros huesos separados.
     Nuestros ojos destellando mariposas de alas negras buscando descanso en el cuerpo la agonía intensa de la vida.
     Nos han dejado solos en el mundo con las estrellas en los labios, deseable por un muelle silencioso
de un descanso que sacude nuestros corazones de piedra o arena blanca.
     Disolver entre las lágrimas secas y las intenciones hinchadas nos han dejado solos en la orilla.
     Sacudir nuestro eco multiplicar nuestro llanto por este inmenso vacío tan tranquilo como el futuro
y una imaginación decadente. La liberación de cualquier acto verdadero y esa soledad acompañada,
no es nada más que la promesa de un tiempo que está cayendo a pedazos cuando estamos olvidados.


" Prefiero que la gente me odie por lo que soy a que me ame por lo que no soy. Kurt Cobain. "



Día 48. Marca

     Escondiendo muchas veces mi cara de los demás, quedaba el retrato de la alegria escondida detrás. Lágrimas corroen mi piel, cada partícula de melancolía encerrada con goteras pasadas.
     Gotas que hieren, pequeña agua que verte en la madrugada mi presente. Soluciones de palabras embargadas en todas un cántico doloroso.
     Puede ayudar tratar de ignorar los fragmentos profundos de mi memoria. Una noche pasada y el día comienza, pero aún quedan cicatrizas ligadas a mi tristeza.
     Amarrando mi alma en corrientes veo pasando un falso reflejo de mi. Me tragué la tristeza podrida para vomitar entrañas de desesperación.
     Miré a los ojos sangrantes del odio cuando me cegó la ira de la frustración. Escuché cantos hechizados de melancolía, ensordecer en gritos el pasado.
     Mientras rozo el perdón me arrancaba la piel con arañazos de rabia. Olí el hedor de la salvación cuando me ahogué en el espejismo de la perdición.
     La tristeza es parte de mi corazón.

" La pena, más que cordial, es un corrosivo para los males que no tienen cura. William
 Shakespeare. "

Día 47. Pasos y cambios

     En estos días he pasado por muchos cambios en mi vida. Nadie dijo que los nuevos comienzos fueran fáciles pero tampoco son imposibles.
Todos los días no son iguales. Hay días en que se vuela alto y días en los que se precipita uno en picado.
     No son nuestras alas, son nuestros sueños los que nos permiten alzar, de nuevo, el vuelo. Apagando luces, encendiendo los sueños.
No todas las oportunidades deben ser tomadas. Algunas son trampas. Una persona puede llegar a estar tan decidido a destruir a otra persona que se vuelve ciego y se termina destruyendo a sí mismo.
     Si luchas mejor en tu medio ambiente natural, el pájaro tiene ventaja en su elemento natural. Hay que conocer los límites de cada uno, todos los tenemos. A veces la mejor respuesta a la provocación no es luchar.
     A veces, para lograr algo, necesita el trabajo en equipo. Haz lo que mejor sabes hacer y no te dediques a lo que podría matarte. Me pregunto por qué las personas afortunadas se quejan siempre y las que se encuentran en dificultades inventan sonrisas maravillosos.
     Una de las cosas que nos divide como personas es imponer nuestros criterios y pensamientos sin la flexibilidad y el respeto que debe existir entre nosotros.
Cada persona tiene el derecho de pensar, actuar y vivir diferente siempre y cuando respete el derecho de los demas.
!! Vamos a ser tolerantes !!
¡¡ Amemos más y critiquemos menos !!
     Los dedos de nuestra mano son todos diferentes pero igual de necesarios y juntos hacen una mano fuerte. Los niños nos enseñan a ver, lo que a veces se nos olvido con los años. Hay que simplificar las cosas y buscar siempre el otro lado.
Reflexiones que han hecho de estos días muchos cambios personales e internos, que para bien, han marcado mis pasos para avanzar.

" Si no puede ganar la justicia, al menos que triunfe la verdad. Fernando de la Rúa. "


Día 47. Qué siento...

   Es posible que me corte porque es un dolor que puedo controlar cuando paro.
Mientras que el dolor en el interior. No se detiene. Nunca se detiene. No es el control sobre el dolor que necesito, es su poder de decidir cuándo es suficiente.

   Es como una adicción, empieza por poco y no puedes parar hasta llegar al punto de darte igual si se ven las cicatrices porque las internas son peores.

   Es como si necesitase las cicatrices, tengo que ser capaz de culpar a ellas por no ser digno de dejar de sufrir.

   Necesidad de ser capaz de culpar a mi pasado, mi locura, el dolor y lo que lo causó.
Las cicatrices son como mi máscara del dolor. Cubren mis muñecas.

   Algunas desaparecen con el tiempo pero las internas jamás así que las vuelvo a hacer aparecer.
Mis cicatrices no son mi forma de mostrar que necesito amor y apoyo o llamar la atención.
Son mi manera de ocultar el hecho de que entiendo por qué lo hago y que es mi dolor.

   No son buscando el suicidio ni siquiera rozarlo, es simplemente calmar mi dolor.
Un dolor latente dentro de mi. El dolor de un cuerpo roto.

   Libera mi dolor emocional. Cuando gotea la sangre sale un poco de ese dolor.
Según sana la herida, crece de nuevo mi interno martirio.

   Controlo las autolesiones se parar pero no soy egoísta por hacerlas. Siento que puedo cortar de esa forma desde mi corazón, recuerdos, y el alma liberar.

   Sin embargo, los pequeños fragmentos de mi dolor, están  incrustados y no pudo hacer palanca hacia fuera.

   Como una mala hierba obstinada en un hermoso jardín. Ésta es mi agonía, éste es mi vivir...

" Quien no sabe meditar es superficial, jamás podrá disolver el Ego, será siempre un leño impotente entre el furioso mar de la vida. Samael Aun. "


Día 46. Larga noche

   Una de esas noches, en las que ni el silencio uno puede soportar, todo se ve atroz, vacío, una nada misma... es similar a cuando caminas por la calle fría y no sientes ni la viveza de los árboles, mitad podridos los ves todos.

   Son esos momentos en que no quieres oír a nadie y no quieres que nadie te escuche, encerrarte y auto darte sobredosis de pensamientos, agarras cuchillas, almohadas, lápices, papel, música y lágrimas, y haces lo que te plazca sin remordimiento.

  Ni lo que vendrá después, y te terminas suicidando, pero en realidad no estas muerto, todavía se sigue ahí, se camina y se camina entre pensamiento y pensamientos (claro, así logras la sobredosis), sientes que estas bailando y tomando vodka con la muerte, saludas de lejos como viejos amigos al santo más famoso, y ves una paloma con una rama pasando por tu cabeza (la cual te deja mierda de pájaro, y tu maldices, que más puede pasarte ya...)

  Y sigues creyendo que estas muerto, y abrazando a tu amigo que se mató o estás acariciando a tu perro favorito que murió de viejo, piensas que estás ya al otro lado, en el patio de los callados, pero sin embargo sigues vivo.

  Ves una escalera, y piensas ¿estaré en el limbo solamente? y subes pensando que aún no estas en la muerte definitivamente, y subes y subes y piensas ¿ estaré llegando por fin a mi descanso eterno, al mundo eterno y a la resurrección de la carne, mencionada en el Credo? y sigues subiendo esas escaleras que te congelan los pies y te están dejando ampollas, y subes más.



  Empiezas a quejarte de que te estás cansando, que la muerte esta siendo demasiada larga y te tiene cansado, amargada, enojada y ¡furiosa! Te tropiezas con una pelota, caes un par de escalones más, y empiezas a ver sangre... ves ropa... una mano... ves una cuchilla ensangrentada...

  Te ves a ti tumbado, y millones de cicatrices, divisas que la muerte te está besando el cuello, sientes como con su mano te recorre, sientes el calor podrido de la muerte, y sientes también el olor a rosa marchita.

  Ves la cara de la muerte, ¡OH tan indescriptible!, llega a erizarte la piel de solo recordar su cara, ni siquiera logras dormir y caminar en paz en las noches a sabiendas que te sigue.

  Divisas árboles que no te dejan pasar y luchas por salir, y las ventanas negras con gritos detrás escandalizan tu mente y solo deseas acabar con esto, maldices a la muerte y a tu deseo de una vida final una y otra vez.

  Te vuelves melancólica rápidamente, miras repetidas veces hacia atrás para ver si la muerte se encuentra lejos de ti, pero no vez nada, todo desaparece en el instante...

" Solo hay un medio para matar a los monstruos: aceptarlos. Julio Cortázar. "




Autolesión

    El de cortarse no es solo cosas de adolescentes, existen muchos adultos que lo hacen. Aunque es una conducta que empieza en la adolescencia, existe un estudio dirigido por Elizabeth Murphy de la Universidad de Manchester, el cual forma parte del Proyecto de Vigilancia de las autolesiones que confirma que también se da en adultos, en los cuales aumenta el riesgo de suicidio.

   Según los autores del estudio “las cifras de autoagresión para personas de 60 años o más fue de 65 casos por cada 100.000 habitantes tanto en hombres como en mujeres, en comparación con los 380 casos que se producen en jóvenes de entre 20 y 59 años”.
Por tanto, según los investigadores, el riesgo de suicidio fue “67 veces más que el de la población general y tres veces mayor que el que tienen los que jóvenes que también se hacen daño a sí mismos”.


Factores biológicos y bioquímicos implicados en la autolesión

    Según Wichel y Stanley (1991), los sistemas dopaminérgico y opiáceo no están implicados en la autolesión mientras que el sistema serotoninérgico sí lo está. Diversos estudios realizados por ambos investigadores, resaltaron que fármacos que se usan para estabilizar el estado de ánimo, también estabilizan las conductas de automutilación de la misma manera que lo harían con el trastorno obsesivo-compulsivo .A partir de ahí, plantean la hipotésis de las posibles similitudes clínicas entre ambos trastornos.

   Simeón et al. ( 1992) encontraron que la autolesión correlaciona negativamente con los sitios de unión de la imipramina en las plaquetas, lo cual nos indica una existencia de disfunción serotoninérgica que viene a reforzar lo dicho.

    Si a ello le sumamos los estudios de Stoff et al ( 1987) y Birmaher et al ( 1990), según los cuales la disminución en los sitios de unión de la imipramina en las plaquetas correlaciona con agresividad e impulsividad, se entiende el motivo por el cual las conductas autolíticas – tal y cómo veremos más tarde- se pueden situar dentro de los trastornos del control de los impulsos, igual que la cleptomanía, la tricotilomanía o la ludopatía.

    Por su parte, Coccaro et al.(1997) llevaron a cabo estudios para comprobar si, realmente, el sistema serotoninérgico tenía alguna relación con la conducta autolítica. Los resultados mostraron que la serotonina se correlaciona con la irritabilidad de modo que la conducta expresada es función del nivel de serotonina. Así, si el nivel de serotonina es normal, la irritabilidad se expresa en forma de gritos, tirar cosas, dar portazos,… pero si el nivel es bajo, la irritabilidad aumenta, nos volvemos más agresivos y dicha agresión puede ir hacia nosotros mismos (autogresión, suicidio) o hacia los otros (heteroagresión).

    Herpetz y Favazza,(1997) investigaron la manera en que los niveles de practina varían en pacientes que se autolesionan y hallaron que sus niveles eran bajos lo cual implicaba una actuación deficiente de la prolactina. Asimismo, Stein et al (1996), halló unos resultados similares pero en pacientes con TOC.


¿Cuáles son las características psicológicas de los adultos que se automutilan?

    Emociones negativas frecuentes, intensas, diarias. Las autolesiones son un alivio temporal y muy fugaz del distrés emocional que padecen.

   Dificultades en la expresión de emociones. Probablemente sientan que sus emociones están alteradas, pueden no saber lo que estar sintiendo (si están tristes no saben diferenciar, con claridad, si es tristeza, enfado o miedo) e, incluso, hay pacientes que dicen “no tener sentimientos” o “no ser capaces de expresar el sentimiento X” (generalmente, una emoción positiva como alegría y sorpresa).

   Muy autocríticos. Intensas experiencias de rabia y rechazo hacia sí mismos. Muy baja autoestima. Si nos encontramos ante un paciente con una elevada emocionalidad negativa y muy autocrítico, tiene un elevado riesgo no tan sólo de conducta autolítica, sino también, de suicidio.

Funciones de las autolesiones

   Regulador emocional. Calmante ante una herida emocional por sustitución con una herida física, como función principal. Se consigue disminuir el efecto de las emociones negativas: especialmente, rabia, ansiedad y frustración.

  Autocastigo. Por haberse autolesionado, por haber caído ante su baja autoestima. El/la paciente lo expresa como “un viejo conocido”.

  Comunicar el dolor a los otros. En algunos casos, ese “hace saber”, se usa como un elemento controlador del otro que va a pasarse su tiempo “con miedo a…” y que, muchas veces, esconde una necesidad de reconocimiento por parte del otro, del afectado o, también, un intento desconsolado por parte de este para que el otro sepa que existe. De cualquier manera, si obtiene una atención positiva, ello va a reforzar sus conductas.

  Asegurar su propio sentido. Al paciente suele resultarle dificultoso el mantenimiento de sus límites ya sean psicológicos o interpersonales y por ello necesita herirse. Para seguir en conexión su mundo interno con el externo.

  Estrategias. Para recuperar el sentido de sí mismos: prefieren tener una experiencia desagradable a no sentir nada porque aseguran “así me siento real”, “me dejo de sentir entumecido”, “siento algo, aunque sea dolor”. Por otra parte, resisten el intento suicida al aliviar aquellas emociones negativas que suelen dirigir las conductas tanatolíticas.

¿Cuál es la prevalencia? ¿Es normal la autolesión?

  Del 4% del total de la población adulta que informan de autolesiones, un 1% tienen una historia severa de conducta autolítica y el 20% son pacientes con patología psicólogica y/o psiquiátrica.
Las mujeres tienen una prevalencia de 3 a 4 veces mayor que los hombres puesto que tienen cierta tendencia a internalizar la rabia.

  Del 5 al 15 % de los ingresos en los hospitales son debidos a autolesiones en adultos, de los cuales el 50% de los hombres y el 25% de las mujeres ha consumido alcohol durante las horas previas. Esto es muy preocupante porque muchos de ellos actúan impulsivamente y consumen drogas. A veces, llegan a la sobredosis al haber tomado cantidades más importantes de las que creían estar tomando.

  Aunque es cierto que el 25% de las personas que ya están en tratamiento por autolesiones intenta suicidarse – de una forma consciente – también lo es que existen aquellos indecisos “no sé si quiero seguir viviendo” que, de esta manera, ponen su vida en manos de un coctel muy peligroso.

¿Los adultos que se autolesionan pueden tener algún trastorno psicológico?

  • Trastorno del Estado de Ánimo. Sobre todo en pacientes con depresión y trastorno bipolar.
  • Trastorno de la Conducta Alimentaria. En mujeres con anorexia o bulimia. Según Favazza (1996) tanto estas enfermedades como las autolesiones, son intentos de poseer el propio cuerpo y de percibirlo como el yo, distinto al otro. Considera que la automutilación es una liberación de la ansiedad y se convertiría en una alternativa a la anorexia o a la bulimia.
  • Trastorno Obsesivo-Compulsivo. Está clasificado en el CIE-10 como un trastorno de ansiedad mientras que las autolesiones lo están como un trastorno del control de los impulsos. A menos que la autolesión forme parte de un ritual obsesivo para rechazar algo malo que sucedería, no debería ser considerada un síntoma de TOC.
  • Trastorno por Estrés Postraumático. La autolesión (automutilación) ayuda a aquellos que tienen una historia de traumas repetidos graves a entender por qué tienen tantos problemas para regular y expresar las emociones.
  • Trastornos Disociativos. Implican problemas de conciencia fragmentada (trastorno de identidad disociativa) y modificación de la conciencia (trastorno de despersonalización). En este último caso, algunas personas reaccionan a estos episodios de despersonalización, haciéndose daño a sí mismas, esperando que el dolor les devuelva la conciencia.
  • Trastornos de ansiedad. Las personas con ansiedad utilizan las autolesiones como un mecanismo de calmarse. Por ello, hay un alivio temporal de la tensión cuando se preocupan cada vez más.
  • Trastorno del control de los impulsos. Justifica el ciclo de la autolesión.

¿Cuándo debes parar?

  Después de una cierta cantidad de heridas, la necesidad autolítica queda saturada y la persona se siente más tranquila.

  De los encuestados por Conterio y Favazza (1986), el 10% dijeron sentir mucho dolor al lesionarse, el 23% afirmaron que el dolor era moderado mientras que el 67% aseguraron que el dolor era de leve a inexistente. Haines et al (1995)encontraron que la reducción de la tensión psicofisiólogica es la finalidad principal de la autolesión.

¿Qué hago si me estoy autolesionando?

  La mayoría de los pacientes autolesionadores desean dejar de hacerlo y, de hecho, lo pueden conseguir si desarrollan métodos eficaces de afrontamiento del estrés. Es importante entender qué es lo que has llevado a hacer estas conductas porque será una forma de prevenirlas.
Puedes usar diversas pautas para reducir al mínimo el riesgo de la autolesión o el daño producido por las mismas. Estas serían:
  • Cuando sientas el deseo de autolesionarte, para un momento. Piensa qué tendría que cambiar – en ti mismo, en tu entorno, en tus circunstancias – para que no volvieras a sentir ese deseo. Es importante que lo anotes.
  • Realiza una cuenta hacia atrás.
  • Busca una cosa, fíjate en un elemento que esté cerca de ti en la habitación y, cada vez que tu pensamiento se dirija al pensamiento de la autolesión, vuelve hacia ese objeto y sitúate en el aquí y el ahora.
  • Realiza una respiración diafragmática. Inhala cinco veces y exhala cinco veces, con lentitud, y a través de la nariz.
  Puede que, a pesar de todo ello, sientas aún deseos de autolesionarte. Entonces, prueba con lo siguiente:

En el lugar donde pienses hacerte la autolesión, píntate unas líneas en rojo con lo que tengas a mano: un bolígrafo rojo, pintura roja,…
  • Sal y haz algo de ejercicio físico al aire libre.
  • Grita, llora, si lo necesitas. Debes expresar tus emociones.
  • Frótate con hielo la zona que ibas a autolesionarte.
  • Ten un libro preparado para distraer el pensamiento.
  • Empuja con fuerza la pared pero sin golpearla.
Una vez ha pasado el deseo de autolesionarte, puedes usar estas otras estrategias:
  • Analiza detalladamente qué es lo que hace que te sientas así: pensamientos, situaciones, emociones. Haz un registro diario de ello.
  • Escribe un diario emocional. En él se anotan los pensamientos y emociones de cada día desde la parte más positiva pero, también, los negativos preguntándote si te aportará algo bueno, si te servirá para tu crecimiento personal,…
  Busca ayuda profesional por parte de un psicólogo. La autolesión suele ser síntoma de un trastorno más importante y es necesario tratarlos todos.
  La formas de autolesión más comunes son cortes o arañazos en la piel con cualquier cosa que pueda sacar sangre, como navajas de afeitar o incluso clips sujetapapeles y tapones de bolígrafos. Sin embargo, hay personas que también se lastiman mediante quemaduras, tirones de piel y heridas, o golpes. Normalmente empiezan alrededor de la pubertad.

Entender el impulso
    Es difícil entender por qué una persona querría hacerse daño intencionadamente, o por qué esa lesión representa un alivio, tal y como describen muchas personas que se autolesionan. Algunas personas dicen que sirve como una distracción de algún otro dolor emocional intenso, dice Ron Steingard, psiquiatra de Child Mind Institute.
   Otros se autolesionan porque se sienten desprovistos de sensaciones físicas por dentro. “Se han cerrado hasta tal punto dentro de sí mismos a causa de lo que está pasando en su vida, que se ven incapaces de sentir nada”, afirma el Dr. Steingard. “Por eso recurren a la autolesión para poder sentir algo”.
   En algunos casos, la autolesión también puede convertirse en una manera de comunicarse. Cuando se descubre que una niña se corta, es probable que suscite la empatía y preocupación de sus padres y otros adultos. La próxima vez que se sienta desesperada, es posible que lo utilice como una forma de comunicar sus emociones.
Una manera de lidiar
   La autolesión no es siempre una forma de comunicación. Algunos niños lo hacen en secreto, y se concentran solamente en aliviar su dolor, no compartirlo. Esto es lo que los médicos denominan una herramienta para lidiar inadecuada: Aunque la autolesión no sea la mejor forma de enfrentarse a un problema, puede suponer un alivio temporal.
   Desafortunadamente este alivio refuerza la conducta autolesiva, de manera que los niños llegan a depender de ello para hacer frente a sus sentimientos dolorosos. Y cuanto más lo hacen, más los refuerza.


Shé_ a solas

Todos nos sentimos alguna vez así...



Día 45. Romper silencios

     No podemos olvidar que las semillas de las palabras, fructifican cuando, tras caer
en la fértil tierra del silencio,  reciben la lluvia mansa de la reflexión serena.

     Por eso, para saborear los colores, los sonidos y los brillos, necesitamos el silencio en soledad. Pero también hemos de callar con el fin de lograr clasificar el significado de las diferentes explicaciones de los silencios.

     Pero al final son tus palabras las que has de soltar. Las palabras a veces no salen sino resuenan dentro de ti, acumulando silencios.

     Quizás no las pronúncies sino que  las escribes y así reflexionas sobre lo que sientes. Las palabras salen poco a poco de tu corazón, para no acumularlas en tu mente y tu alma y no poder soportar.

     Palabras que quizás robaron tus sonrisas o enmudecieron tus labios.
Deja esas palabras en silencios compartidos y comienza a hablar.

" Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras.
William Shakespeare."


Día 42. Insostenible

   Un momento que se extinguió, que jamás surgió,
atormenta este humilde corazón.

   Un ayer pasado, un futuro presente y un triste despertar,
todo eso lo veo llegar.

   Ya lo pasé  pero ni sonreír pude pues mis labios,
la muerte besaron.

   Abrí mis cristalinos ojos, saqué a ese corazón roto
y con mi frió rostro sonreí al fiel martirio.

   Ya no entristecí mi alma la verdad me lo esperaba,
ya no suena.

   No me importó mi pasado, ni el incierto futuro
solo observé y disfruté la bondad del presente
para luego perderme.

   Intento soportar la vida, aprendí a disfrutar el momento
y a susurrar "lo siento".

     Mi tristeza vuela al cielo, no la vi adornando mis sueños.
Suspiré en mi rostro, pero la indiferencia me dañó,
sonreí con desencanto y como el viento,
me desvaneci en el recuerdo.

     Rezaré por mi bienestar, exterminaré aquel pedestal,
pues esta joven mortal aprendió a soportar.

   Lo siento amada tristeza, lo siento querido corazón
por tener el sufrimiento y regresar a esta depresión.

   Una sonrisa ilumina el sol Una bella vista olvida
aquel tiempo mejor pero la fuerza  en mi corazón
desató el comienzo de aquel hermoso adiós.

" Hay heridas que nunca se ven en el cuerpo que son más profundas y dolorosas que cualquiera que sangre.-Laurell K. Hamilton. "

Día 44. Estás

   Me puedo sentir algo rota y se podría decir perdida. Sin saber que hacer mi mundo me va dando vueltas en la cabeza y de mi ya no se, no me veo, no estoy.

   Me conformaría con gritar y desahogarme con el viento, así poder desaparecer en un suspiro y que ésta existencia sea solo un mal sueño.

   Me pregunté:  ¿A donde fuiste? Y aunque te encuentre:  ¿Te reconoceré ?
Pude llorar algo y aliviar, eran lágrimas amargas de una vida sin sentido que percibí en mi camino.

   ¿ En dónde paré yo, que terminé así? Pensando en la locura de la muerte con el último latido del corazón la noche cayó.

   La llamé inútil e intenté sonreírle. Vi a la melancolía y detrás salió un suspiro de derrota.
¿ Cuánto tiempo pasó en frente de mis ojos? Todo se va y nada regresa a mi,
los colores, los sonidos, las caras, las sonrisas... Son solo niebla en mi mente.

   Ya no siento nada vivo en mi pecho solo se anida la angustia y amargura que me corroe y devora.
Solo me queda esperar a que la pesadilla pase cuyo nombre me aterra...depresión.

   Ella hace que mis sentidos dejen de sentir, me deja atrapada en un trozo de carne y sin depredador al que puedas nutrir con mi magullada carne; Pero cada impulso eléctrico me despierta, me pertenece, hasta el dolor más intenso.

   Obscuridad, penumbra, la luz incapaz de penetrar en tal confín. Mi caminar por éste lugar es irracional, ¿por qué estoy aquí? pregunto al vacio, y me contesta con un silencio tan frio como el aire de la noche. Como la muerte, pareciese como si nunca fuese a terminar.

   Gélida tormenta, me hiela hasta el alma, por un momento creí sentir la nostalgia al estar vivo, todo ha cambiado, el río de no existir inunda no en temor o en angustia, si no en una especie de paz
una paz que es morbidamente quieta. Es cuando aceptas la depresión, reconoces su existencia.

   No hay dolor, pero tampoco placer encadenado a la monotonía de este silencio, dar el más pequeño paso es casi imposible con estas aguas.

   Caigo... y caigo... para intentar levantarme. Éste abismo, es mi hogar, mi perdición, mi nacimiento, mi vida, mi muerte. Mi cuna... mi ataúd. Mi existir. Mi no existir. Este abismo es la vida misma conviviendo contigo, depresión.

" Aunque el mundo esta lleno de sufrimiento, también esta lleno de su superación.-Helen Keller." 


Día 43. Dudo

Te dudo
cuando te tengo
entre lenguajes perdidos
y me asusto
cuando te siento...
por no tener valor.
Te extraño
cuando te vas
y viéndote
lloro
por no luchar.
Te busqué
cuando creía en ti
y por perdida
te sentencié.
Te disfruté
cuando alguna vez
supe de tu existencia.
Te enterré
al perderte con
gran decepción.
El dolor nubla
la ilusión
de intentar creer de nuevo.
Punto final
a tu encuentro.
Desbastadora
rendición.
La traición es un robo
al alma.
Hoy para mí
ha muerto la confianza.
Le guardaré luto y respeto
pero no iré a su encuentro.
Hay cosas que mejor están
sepultadas
que salpicando mentiras
disfrazadas.
La confianza es
un don que pocos poseen.
No es algo que se regale,
más bien diría, se gane.
Quedarás como leyenda,
sólo huellas de tu paso
extinguidas en el tiempo.
No llamaré al eco de la
memoria
para que me torture
con los recuerdos.
Simplemente digo
adios a tu creencia.


" El mayor despeñadero, la confianza.
Francisco de Quevedo".



Día 41. En un trocito del abismo.

   Los minutos van a reventar mis lágrimas, recorriendo mi pecho desnudo,
que tan frío ha de estar desde que nadie lo abraza y todas las horas marcan sangre en las paredes, con las figuras de pensamientos distanciados, imágenes de tanto peligro, es un terrible síntoma de una noche que podría matar.

   Llega ese momento de fastidio con los fantasmas que juegan a sentir calor de alivio
calentando el cuerpo y ocupando mi aposento.

   Es noche ideal para morirse, andemos por las rutas de tu sangre y de mis venas.
Entremos en el abismo para despertar.

   Voy fingiendo que es la primera vez que estoy viéndote hallando la iluminación, ya lo comprendí,
por el miedo también se entra al infierno.

   Seré como ave que sueña que es pájaro y se despierta ángel de esos sueños en los que dos fantasmas pueden despertar y robarte la ingenuidad.

   Me parece ver nada más que una estrella fugaz que se pierde en la oscuridad llena de espectros,
porque hay palabras que siempre van a quedar, recuerdos que nunca fallecen,
se graban en el alma y se escurren con la sangre.

   Encontré tan parecida la cama a un lecho de muerte, hay en un trocito de la noche en que me parece ver el sol. Y decidí ignorar al abismo y dar mi paso al frente.

" Todo pasa; sólo la serenidad permanece. Lao-tsé."




"Alosque", La Pegatina & D'Callaos

                               " La rueda más estropeada del carro es la que hace más ruido. Esposo. "



Ismael Serrano - Si Se Callase El Ruido

            " El silencio es el ruido más fuerte, quizá el más fuerte de todos los ruidos.
                                            Frases de Miles Davis. "





Día 40. Entre tinieblas

En las tinieblas se espera la luz que no se ve,
ni siquiera el albor de la aurora naciente.
Estaría durmiendo en el silencio de la muerte
y en el sueño lograría reposo siempre...
Al ver el sepulcro cesa por fin el gran ruido,
mueven los impíos donde vienen a descansar
los de fuerzas cansadas por el ruido...
Vana en busca de un tesoro y se sienten transportadas
de gozo y cavan en busca de él sin ganas...
Suenan mis rugidos como los ríos que rompen
los diques e inundan el horror de tal visión,
cuando el sueño vino a las personas me sobrecogí
de pavor y mis huesos estremecieron.
No quedará frustrada la esperanza del mendigo
en el olvido ni dejaré de desplegar mis labios
por muy tenebroso que sea ver las tinieblas de mi sepulcro.


" Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño,
así una vida bien usada causa una dulce muerte."
Leonardo Da Vinci.




Día 39. Luz, sombras y en medio tu

Cuando estés perdida bajo un cielo triste y gris
y nada, nada te haga feliz,
pon tu pensamiento en mí y nómbrame sin más,
recuerda que siempre tendrás mi amistad.
Háblame, búscame y al lugar que quieras iré,
a tu lado, allí estaré.
Todo lo que tienes que hacer es sentir que no te olvidé,
soy tu amiga, sí, tu amiga fiel.
Cuando estés vencida y en ti no encuentres paz
y al dolor te entregues por los demás,
mira dentro tuyo y allí me encontrarás,
soy esa pequeña luz de amistad.
Hablarme, búscame, y al lugar que quieras iré,
a tu lado siempre, allí estaré.
La distancia no existirá para este cariño jamás
soy tu amiga, sí, tu amiga.
Ya sabes que en mi alma tienes lugar
un puerto donde llegar, abierto para tus sueños,
tus penas y sentimientos, y yo te lo ofrezco.
Háblame, búscame, y al lugar que quieras iré,
a tu lado siempre, allí estaré.
Todo lo que tienes que hacer es sentir que no te olvidé,
soy tu amiga, sí, tu amiga fiel.
Entre luz y sombras es un gran regalo ser tu amiga, gracias Hermanaza.
" Un amigo es uno que lo sabe todo de ti y a pesar de ello te quiere. Elbert Hubbard. "

Día 38. Luz y Sombras

Un pequeño pensamiento que se mezcla con lo que ahora siento,
y sin embargo aquí apenas avanza el tiempo.
Siempre enfrascada en un montón de dudas
y sin nada que perder o ganar,
solo me quedo soñando.
Con un mañana brillante, mientras me envuelvo
en un telar de oscuridad y de inseguridades.
Cuándo dependí de las sombras...
Estará detrás la luz anhelada...
No puede ser de otro modo,  descubro todo
un mundo de recuerdos entrelazados
que forman un laberinto entre el mañana y el hoy.
Nadie me sigue a él ni lo pretendo pero si me gustaría que me muestren una salida alguna vez.
No se mi destino,
pero intento forjarlo
Y aspiro a estructurarlo
aunque sea entre la luz y las sombras.
Como una especie de balanza,
me dedico a explorar las tinieblas de mi corazón
iluminando cada rincón oscuro con la lámpara
de mi fé y mi esperanza.
Una llama alimentada por el amor, la confianza,
el cariño, la necesidad y la alegría que todos me han
dado durante tanto tiempo, crean una luz infinita
que quema la oscuridad, dejándome ver su
naturaleza mas pura y hermosa.
la noche en si
es necesaria para la vida,
yo también amo la oscuridad
pura aunque estén las sombras.
A veces veo, que la oscuridad en mi corazón es bella y reluciente,
tan brillante como la mas pulida Obsidiana, y tan
basta como la oscuridad en la noche que le da
su belleza a todas y cada una de las estrellas.
Mi vida está gobernada por un juego de luz y obscuridad
que envuelve a mi corazón en un muro de sombras
del recuerdo y miles de estrellas de esperanza y amistad
“He tenido una noche absolutamente maravillosa. Pero no ha sido ésta.” Groucho Marx.


Día 37. Destinos

No pueden entender como siento,
no pueden quitar el hueco de mi pecho.
Dicen que el Sol saldrá mañana y será un nuevo día,
que más da si en mí ya no vivo.
Me arrancaría el corazón y latente en mi mano lo acariciaría intentando darle consuelo o un nuevo aliento.
Como no llorar sin consuelo si veo que muero en desespero.
Como no sentirse muerto en vida
sabiendo que aún falta mucha noche antes del día...  
Resisto pena tras pena tras haber visto partir mi infancia y juventud, consciente de que la vejéz inicia y no da rellano alguno para digerir, para transmutar, para aceptar; el trago amargo que ha sido sobrevivir.
¿Cuántas veces morimos y renacemos en este suspiro que es nuestra vida? La niña que fuí ya murió, luego la adolescente y la joven adulta, y hoy inicia a vivir la vieja... O mejor dicho a morir. Y a todas estas les estoy guardando luto.
Vi un inmenso desierto
lleno de recuerdos vacíos,
sólo me preocupaba no oír mis latidos.
Y aunque no sepa que es lo que quiero,
el destino desorienta mi cuerpo.
No me perderé en miradas,
pero cuanto menos perderé mi camino.
" Siembra un acto y cosecharás un hábito. Siembra un hábito y cosecharás un carácter. Siembra un carácter y cosecharás un destino. Chales Reade." 

Día 35. La cicatriz o el dolor

En ocasiones he sentido el sufrimiento, el dolor desgarrador que parte el alma en dos.
He llorado tanto que creí morir ahogada en llanto.
He secado mi lagrimal muchas veces.
Pero sé que nada es eterno, que para salir, para que pase hay que enfrentar las cosas, a  nadie le gusta morir en un fango de mierda.
Cada sufrimiento abre heridas que nos dejan cicatrices inevitables.
¿ Qué prefieres el dolor o la
cicatriz ?.
Llevamos como tatuadas nuestras cicatrices, son nuestras heridas de guerra. Toda batalla deja huella y las llevamos como mejor podemos.
Las disimulamos, las ocultamos o las lucimos porque no queda otra.
Muchas son cicatrices de hechos superados del camino pero otras parecen heridas que no cierran nunca. Reviven en momentos con más fuerza que nunca, brotando todo el dolor de aquel tiempo.
Surgen así de nuevo nuestros temores.
Sean cualquiera que sean nuestros caminos, todo deja huella. Nuestras equivocaciones, nuestros errores o nuestras decisiones.
Por otro lado, a veces, la vida nos pone ante situaciones que no sabemos cómo actuar y de esas batallas, nos quedan cicatrices en el alma, que a veces nos negamos a cerrar. Nos encerramos en nuestra burbuja para no ver más allá siendo nosotros mismos el verdugo y carcelero.
Nos enfrascados en todo lo negativo esperando que simplemente pase el tiempo y todo pase pero compruebas que no pasa.
Se ha de enfrentar uno a los problemas porque nada ni nadie vendrá a sanar las heridas.
Muchas veces es terrible enfrentarse a los miedos porque es como abrir una caja de pandora y salen todos los fantasmas.
Es entonces cuando nuestras inseguridades y complejos salen a la luz acomodándose como si nunca se fueran a ir. Además de aflorar la rabia, la tristeza, el dolor, la culpa, el rechazo, emociones que a veces dejamos que se queden con nosotros sin darnos cuenta de que somos los únicos responsables de que vengan para quedarse.
Pienso que muchas veces el dolor no es lo que nos hacen sino que está producido por quién viene, por el causante del dolor.
Normalmente, sufrimos por los que más amamos.
No reaccionamos ante ese dolor, por lo tanto, nos sentimos humillados, incomprendidos...
Es como si nos acostumbrásemos a ese dolor porque ya lo conocemos y lleva mucho con nosotros que ignoramos el resto de cosas como la felicidad, la confianza, el amor, simplemente vivir.
Nos hacemos fuertes al afrontar, somos guerreros valientes los héroes de nuestra propia historia.
Eso no quita que por el camino nos caigamos, tropecemos, tiremos la toalla y hasta nos rindamos.
Es como si nos cansásemos por no ver resultados como si no le diéramos valor a cada paso.
Las cicatrices nos recuerdan precisamente eso, cada paso y con orgullo se cargan.
Cada avance, cada paso va cerrando heridas,
No importa si deja cicatriz.
Lo que no sirve es sufrir y enfrascarse en un rol de dolor que se puede evitar enfrentando.
“El dolor, cuando no se convierte en verdugo, es un gran maestro.” Concepción Arenal

Día 34. Recibí una lección de bondad

A veces basta con sentirnos escuchados y comprendidos para calmar nuestro dolor y ver que ese dolor lo formas tú y puedes de igual modo eliminarlo.

Hacía  tiempo que nadie me hablaba de verdad, no diciéndome lo que quería oír sino la verdad, lo que necesitaba oír. El razonamiento, el entendimiento y el apoyo que hoy calmaron digamos mi gran bajón.

Desde aquí  hoy le dedico mi entrada dándole las gracias por ser como es, una gran persona.

La única forma que tenemos para enmendar nuestros errores del pasado es luchar y poner de nuestra parte, con un poco de esfuerzo, para poder así obtener resultados diferentes en nuestro futuro.

Los insultos, al igual que cualquier comentario despectivo, pueden afectarnos solamente si nosotros lo permitimos. Al fin y al cabo, son solo eso, palabras. Y la mejor forma de enfrentarlos es con una gran sonrisa y siguiendo adelante sin dejar que nos dañen nuestra moral. Como bien me decía  demuestra lo educada que eres y el corazón  que posees y siempre tenlo presente con ser sonriente.

De lo que hemos hecho y hemos dejado de hacer. De lo que hemos soñado y de lo que hemos creído. De los recuerdos y de las pérdidas de memoria. De los cortes y golpes, de los besos y abrazos, tanto recibidos como evitados, hemos aprendido, hemos sobrevivido sin hacer de un grano de arena una montaña. pensar en soluciones no en esconder la cabeza como una avestruz.

La luz no puede iluminarse así misma porque ya es luz. Entonces para que somos luz sino es para iluminar a otros. Podemos hacer mucho por uno mismo pero también por los demás, cada uno somos únicos y especiales.

Como ante un baño, es bueno comprobar la temperatura del agua antes de sumergirse en él. No vaya a ser que esté muy frío o muy caliente.
Como ocurre con el café, cada cual sabe a qué temperatura lo prefiere.¿Le damos demasiada importancia a cosas que no la tienen?

En el camino aprendí,que llegar alto no es crecer, que mirar no siempre es ver ni que escuchar es oír ni lamentarse sentir ni acostumbrarse, querer…
En el camino aprendí que estar solo no es soledad, que cobardía no es paz
ni ser feliz, sonreír y que peor que mentir es silenciar la verdad.

En el camino aprendí que puede un sueño de amor, abrirse como una flor y como esa flor morir, pero en su breve existir, fue todo aroma y color. En el camino aprendí,
que ignorancia no es no saber, ignorante es ese ser cuya arrogancia más vil,
es de bruto presumir y no querer aprender.

En el camino aprendí que la humildad no es sumisión, la humildad es ese don que se suele confundir. No es lo mismo ser servil que ser un buen servidor. En el camino aprendí,que la ternura no es doblez, ni vulgar la sencillez ni lo solemne verdad, vi al poderoso mortal y a idiotas con altivez.

En el camino aprendí que es mala la caridad del ser humano que da esperando recibir,
pues no hay defecto más ruin que presumir de bondad.
En el camino aprendí, que en cuestión de conocer, de razonar y saber, es importante, entendí, mucho más que lo que vi lo que me queda por ver.
No me voy a dejar destruir siempre queda mi esencia, lo que soy no me lo van a robar.

"Los abrazos, besos y sonrisas sinceros siempre están llenos de amor y bondad, y la bondad es el lenguaje que los sordos pueden oir y los ciegos pueden ver.
Mark Twain."

Día 33. Limpiando mi corazón

Dejaré de escribirte un día, cuando comprenda que jamás responderías y que si lo hicieras no tendré la respuesta que yo espero.
Dejaré de mirar hacia atrás pensando que vienes, el día que sepa que tu vida esta hecha con alguien más, que me has olvidado y que ahora dices ser feliz.
Borraré tus fotografías cuando entienda que no tengo por qué conservar algo que no me pertenece aunque esos momentos fueron míos, tú ya no lo eras.
Conservo buenos recuerdos, no lo niego, siempre recordaré nuestras primeras palabras, las bromas, las horas hablando en la madrugada, cuando te vi, nuestro primer beso… Muchas cosas siguen en mí, como un buen recuerdo, como experiencias que nos marcan, lecciones que nos dejan, y aunque no quiera, también intento recordar lo malo; recordar por qué te fuiste, por qué me fui, por qué jamás volviste a mí, recordar por qué estoy aquí y qué es lo que merezco.
Recuerdo mi herida, no por masoquista, sino para entender que todo siempre es para bien, y que cada derrota significa una puerta abierta, nuevos sueños, nuevos triunfos, nuevos caminos y tanto por venir.
La herida fue profunda, lo confieso, jamás alguien me había dolido como tú y aunque con el tiempo he entendido que fuiste la lección más grande de mi vida, a veces no entiendo por qué tuvo que ser así.
No te guardo rencor, te perdoné hace mucho tiempo, sobre todo para estar en paz conmigo misma, para encontrar la tranquilidad que necesitaba y entender que también tenía que perdonarme a mí misma para seguir.
Hoy estoy de pie y a veces, sigue doliendo la herida, pero bien dicen que eso duele porque estoy viva, y sí, lo estoy, más que nunca y con los deseos de ser siempre mejor de lo que he sido, no para nadie, ni siquiera para demostrártelo a ti, aunque si algún día ves en lo que me he convertido, ojalá que después de todo puedas sentirte orgulloso, puedas decir que tienes parte en la mujer que soy, porque ha sido gracias a todo lo malo y bueno de nuestra relación…
" Mi carácter está forjado y soy mejor de lo que pudiste conocer. "

Día 32. La prisión

A veces la peor cárcel que tenemos, son nuestros propios paradigmas. Nuestra manera de pensar, nos ata y nos ciega, de tal manera que no nos permite ver más adelante.
Estamos prisioneros en nuestra propia celda, somos el carcelero, el torturador, y el prisionero.
Quien tiene las llaves de nuestra celda, o el detonante que vuele por los aires esta maldita cárcel, somos tú y yo .
Pero no nos atrevemos a usarlas, por que somos cautivos de nuestro peor verdugo: El Miedo.
¿Quién nos metió aquí?
¿Qué sé yo?....existen mil y un motivo o causas.
Una decepción amorosa, una infidelidad, una autoestima mal comprendida.
Una niñez desdichada, o lo contrario una sobreprotección paternal. Un defecto físico, pobreza económica, una ideología, o una religión castrante, etc.
Este motivo, no nos permite siquiera asomarnos por las rejas hacia el exterior.
Con el tiempo nos hemos acostumbrado a lo reducido de nuestra celda, que los espacios grandes los detestamos.
Y la libertad eso es, un espacio grande.
Quizá la felicidad no este fuera de esas cuatro paredes, pero sí está la oportunidad de crearla. Porque a la felicidad hay que crearla, no existe sobre pedido, pero necesita un elemento primordial, la libertad.
Si no existe ésta, le podremos echar la culpa a cualquier intromisión externa, y a lo mejor tendremos razón o por lo menos, una excusa digna de tomarse en cuenta.
Ya intuimos el motivo, ahora ¿cual será ese calabozo?
Una relación incorrecta difícil de terminar, o una relación que sobrevive por falta de una decisión.
Una vida sombría y sin esperanza, una rebelión continua a una situación que no se entiende. Un miedo a usar el libre albedrío y equivocarnos
No tengamos miedo, no va a pasar nada, que no tenga remedio, lo peor que podría suceder es que nos acostumbremos tanto a esta situación que creamos que para nosotros, no haya otra.
¡Por favor!
Léeme o escúchame en tu imaginación, tenemos derecho a la felicidad, nadie tiene la tuya y la mía, nosotros solos tenemos que construirla.
Si se puede, pero hay que hacerla , así como se hace un riquísimo pastel que después disfrutamos, así también la felicidad.
¡Tenemos los elementos para hacerla!
Si los malvados tienen derecho a ella, con mayor razón nosotros, que no lo somos.
Esa mazmorra, ¡recuerda!, podrá matar nuestro cuerpo, pero jamás nuestra alma.
Dejémosla que nos enseñe a ser libres y a construir nuestra felicidad.
Pero para empezar cambiemos ese viejo paradigma, por este…
La felicidad sí existe y todos tenemos derecho a ella!
nuestra vida podemos hacer que ésta sea feliz o infeliz, no depende de nadie mas que de nosotros mismos .
" Es evidente que todos los fines no son fines perfectos. Pero el bien supremo constituye, de alguna manera, un fin perfecto. Aristoteles."