Día 37. Destinos

No pueden entender como siento,
no pueden quitar el hueco de mi pecho.
Dicen que el Sol saldrá mañana y será un nuevo día,
que más da si en mí ya no vivo.
Me arrancaría el corazón y latente en mi mano lo acariciaría intentando darle consuelo o un nuevo aliento.
Como no llorar sin consuelo si veo que muero en desespero.
Como no sentirse muerto en vida
sabiendo que aún falta mucha noche antes del día...  
Resisto pena tras pena tras haber visto partir mi infancia y juventud, consciente de que la vejéz inicia y no da rellano alguno para digerir, para transmutar, para aceptar; el trago amargo que ha sido sobrevivir.
¿Cuántas veces morimos y renacemos en este suspiro que es nuestra vida? La niña que fuí ya murió, luego la adolescente y la joven adulta, y hoy inicia a vivir la vieja... O mejor dicho a morir. Y a todas estas les estoy guardando luto.
Vi un inmenso desierto
lleno de recuerdos vacíos,
sólo me preocupaba no oír mis latidos.
Y aunque no sepa que es lo que quiero,
el destino desorienta mi cuerpo.
No me perderé en miradas,
pero cuanto menos perderé mi camino.
" Siembra un acto y cosecharás un hábito. Siembra un hábito y cosecharás un carácter. Siembra un carácter y cosecharás un destino. Chales Reade." 

Día 35. La cicatriz o el dolor

En ocasiones he sentido el sufrimiento, el dolor desgarrador que parte el alma en dos.
He llorado tanto que creí morir ahogada en llanto.
He secado mi lagrimal muchas veces.
Pero sé que nada es eterno, que para salir, para que pase hay que enfrentar las cosas, a  nadie le gusta morir en un fango de mierda.
Cada sufrimiento abre heridas que nos dejan cicatrices inevitables.
¿ Qué prefieres el dolor o la
cicatriz ?.
Llevamos como tatuadas nuestras cicatrices, son nuestras heridas de guerra. Toda batalla deja huella y las llevamos como mejor podemos.
Las disimulamos, las ocultamos o las lucimos porque no queda otra.
Muchas son cicatrices de hechos superados del camino pero otras parecen heridas que no cierran nunca. Reviven en momentos con más fuerza que nunca, brotando todo el dolor de aquel tiempo.
Surgen así de nuevo nuestros temores.
Sean cualquiera que sean nuestros caminos, todo deja huella. Nuestras equivocaciones, nuestros errores o nuestras decisiones.
Por otro lado, a veces, la vida nos pone ante situaciones que no sabemos cómo actuar y de esas batallas, nos quedan cicatrices en el alma, que a veces nos negamos a cerrar. Nos encerramos en nuestra burbuja para no ver más allá siendo nosotros mismos el verdugo y carcelero.
Nos enfrascados en todo lo negativo esperando que simplemente pase el tiempo y todo pase pero compruebas que no pasa.
Se ha de enfrentar uno a los problemas porque nada ni nadie vendrá a sanar las heridas.
Muchas veces es terrible enfrentarse a los miedos porque es como abrir una caja de pandora y salen todos los fantasmas.
Es entonces cuando nuestras inseguridades y complejos salen a la luz acomodándose como si nunca se fueran a ir. Además de aflorar la rabia, la tristeza, el dolor, la culpa, el rechazo, emociones que a veces dejamos que se queden con nosotros sin darnos cuenta de que somos los únicos responsables de que vengan para quedarse.
Pienso que muchas veces el dolor no es lo que nos hacen sino que está producido por quién viene, por el causante del dolor.
Normalmente, sufrimos por los que más amamos.
No reaccionamos ante ese dolor, por lo tanto, nos sentimos humillados, incomprendidos...
Es como si nos acostumbrásemos a ese dolor porque ya lo conocemos y lleva mucho con nosotros que ignoramos el resto de cosas como la felicidad, la confianza, el amor, simplemente vivir.
Nos hacemos fuertes al afrontar, somos guerreros valientes los héroes de nuestra propia historia.
Eso no quita que por el camino nos caigamos, tropecemos, tiremos la toalla y hasta nos rindamos.
Es como si nos cansásemos por no ver resultados como si no le diéramos valor a cada paso.
Las cicatrices nos recuerdan precisamente eso, cada paso y con orgullo se cargan.
Cada avance, cada paso va cerrando heridas,
No importa si deja cicatriz.
Lo que no sirve es sufrir y enfrascarse en un rol de dolor que se puede evitar enfrentando.
“El dolor, cuando no se convierte en verdugo, es un gran maestro.” Concepción Arenal

Día 34. Recibí una lección de bondad

A veces basta con sentirnos escuchados y comprendidos para calmar nuestro dolor y ver que ese dolor lo formas tú y puedes de igual modo eliminarlo.

Hacía  tiempo que nadie me hablaba de verdad, no diciéndome lo que quería oír sino la verdad, lo que necesitaba oír. El razonamiento, el entendimiento y el apoyo que hoy calmaron digamos mi gran bajón.

Desde aquí  hoy le dedico mi entrada dándole las gracias por ser como es, una gran persona.

La única forma que tenemos para enmendar nuestros errores del pasado es luchar y poner de nuestra parte, con un poco de esfuerzo, para poder así obtener resultados diferentes en nuestro futuro.

Los insultos, al igual que cualquier comentario despectivo, pueden afectarnos solamente si nosotros lo permitimos. Al fin y al cabo, son solo eso, palabras. Y la mejor forma de enfrentarlos es con una gran sonrisa y siguiendo adelante sin dejar que nos dañen nuestra moral. Como bien me decía  demuestra lo educada que eres y el corazón  que posees y siempre tenlo presente con ser sonriente.

De lo que hemos hecho y hemos dejado de hacer. De lo que hemos soñado y de lo que hemos creído. De los recuerdos y de las pérdidas de memoria. De los cortes y golpes, de los besos y abrazos, tanto recibidos como evitados, hemos aprendido, hemos sobrevivido sin hacer de un grano de arena una montaña. pensar en soluciones no en esconder la cabeza como una avestruz.

La luz no puede iluminarse así misma porque ya es luz. Entonces para que somos luz sino es para iluminar a otros. Podemos hacer mucho por uno mismo pero también por los demás, cada uno somos únicos y especiales.

Como ante un baño, es bueno comprobar la temperatura del agua antes de sumergirse en él. No vaya a ser que esté muy frío o muy caliente.
Como ocurre con el café, cada cual sabe a qué temperatura lo prefiere.¿Le damos demasiada importancia a cosas que no la tienen?

En el camino aprendí,que llegar alto no es crecer, que mirar no siempre es ver ni que escuchar es oír ni lamentarse sentir ni acostumbrarse, querer…
En el camino aprendí que estar solo no es soledad, que cobardía no es paz
ni ser feliz, sonreír y que peor que mentir es silenciar la verdad.

En el camino aprendí que puede un sueño de amor, abrirse como una flor y como esa flor morir, pero en su breve existir, fue todo aroma y color. En el camino aprendí,
que ignorancia no es no saber, ignorante es ese ser cuya arrogancia más vil,
es de bruto presumir y no querer aprender.

En el camino aprendí que la humildad no es sumisión, la humildad es ese don que se suele confundir. No es lo mismo ser servil que ser un buen servidor. En el camino aprendí,que la ternura no es doblez, ni vulgar la sencillez ni lo solemne verdad, vi al poderoso mortal y a idiotas con altivez.

En el camino aprendí que es mala la caridad del ser humano que da esperando recibir,
pues no hay defecto más ruin que presumir de bondad.
En el camino aprendí, que en cuestión de conocer, de razonar y saber, es importante, entendí, mucho más que lo que vi lo que me queda por ver.
No me voy a dejar destruir siempre queda mi esencia, lo que soy no me lo van a robar.

"Los abrazos, besos y sonrisas sinceros siempre están llenos de amor y bondad, y la bondad es el lenguaje que los sordos pueden oir y los ciegos pueden ver.
Mark Twain."

Día 33. Limpiando mi corazón

Dejaré de escribirte un día, cuando comprenda que jamás responderías y que si lo hicieras no tendré la respuesta que yo espero.
Dejaré de mirar hacia atrás pensando que vienes, el día que sepa que tu vida esta hecha con alguien más, que me has olvidado y que ahora dices ser feliz.
Borraré tus fotografías cuando entienda que no tengo por qué conservar algo que no me pertenece aunque esos momentos fueron míos, tú ya no lo eras.
Conservo buenos recuerdos, no lo niego, siempre recordaré nuestras primeras palabras, las bromas, las horas hablando en la madrugada, cuando te vi, nuestro primer beso… Muchas cosas siguen en mí, como un buen recuerdo, como experiencias que nos marcan, lecciones que nos dejan, y aunque no quiera, también intento recordar lo malo; recordar por qué te fuiste, por qué me fui, por qué jamás volviste a mí, recordar por qué estoy aquí y qué es lo que merezco.
Recuerdo mi herida, no por masoquista, sino para entender que todo siempre es para bien, y que cada derrota significa una puerta abierta, nuevos sueños, nuevos triunfos, nuevos caminos y tanto por venir.
La herida fue profunda, lo confieso, jamás alguien me había dolido como tú y aunque con el tiempo he entendido que fuiste la lección más grande de mi vida, a veces no entiendo por qué tuvo que ser así.
No te guardo rencor, te perdoné hace mucho tiempo, sobre todo para estar en paz conmigo misma, para encontrar la tranquilidad que necesitaba y entender que también tenía que perdonarme a mí misma para seguir.
Hoy estoy de pie y a veces, sigue doliendo la herida, pero bien dicen que eso duele porque estoy viva, y sí, lo estoy, más que nunca y con los deseos de ser siempre mejor de lo que he sido, no para nadie, ni siquiera para demostrártelo a ti, aunque si algún día ves en lo que me he convertido, ojalá que después de todo puedas sentirte orgulloso, puedas decir que tienes parte en la mujer que soy, porque ha sido gracias a todo lo malo y bueno de nuestra relación…
" Mi carácter está forjado y soy mejor de lo que pudiste conocer. "

Día 32. La prisión

A veces la peor cárcel que tenemos, son nuestros propios paradigmas. Nuestra manera de pensar, nos ata y nos ciega, de tal manera que no nos permite ver más adelante.
Estamos prisioneros en nuestra propia celda, somos el carcelero, el torturador, y el prisionero.
Quien tiene las llaves de nuestra celda, o el detonante que vuele por los aires esta maldita cárcel, somos tú y yo .
Pero no nos atrevemos a usarlas, por que somos cautivos de nuestro peor verdugo: El Miedo.
¿Quién nos metió aquí?
¿Qué sé yo?....existen mil y un motivo o causas.
Una decepción amorosa, una infidelidad, una autoestima mal comprendida.
Una niñez desdichada, o lo contrario una sobreprotección paternal. Un defecto físico, pobreza económica, una ideología, o una religión castrante, etc.
Este motivo, no nos permite siquiera asomarnos por las rejas hacia el exterior.
Con el tiempo nos hemos acostumbrado a lo reducido de nuestra celda, que los espacios grandes los detestamos.
Y la libertad eso es, un espacio grande.
Quizá la felicidad no este fuera de esas cuatro paredes, pero sí está la oportunidad de crearla. Porque a la felicidad hay que crearla, no existe sobre pedido, pero necesita un elemento primordial, la libertad.
Si no existe ésta, le podremos echar la culpa a cualquier intromisión externa, y a lo mejor tendremos razón o por lo menos, una excusa digna de tomarse en cuenta.
Ya intuimos el motivo, ahora ¿cual será ese calabozo?
Una relación incorrecta difícil de terminar, o una relación que sobrevive por falta de una decisión.
Una vida sombría y sin esperanza, una rebelión continua a una situación que no se entiende. Un miedo a usar el libre albedrío y equivocarnos
No tengamos miedo, no va a pasar nada, que no tenga remedio, lo peor que podría suceder es que nos acostumbremos tanto a esta situación que creamos que para nosotros, no haya otra.
¡Por favor!
Léeme o escúchame en tu imaginación, tenemos derecho a la felicidad, nadie tiene la tuya y la mía, nosotros solos tenemos que construirla.
Si se puede, pero hay que hacerla , así como se hace un riquísimo pastel que después disfrutamos, así también la felicidad.
¡Tenemos los elementos para hacerla!
Si los malvados tienen derecho a ella, con mayor razón nosotros, que no lo somos.
Esa mazmorra, ¡recuerda!, podrá matar nuestro cuerpo, pero jamás nuestra alma.
Dejémosla que nos enseñe a ser libres y a construir nuestra felicidad.
Pero para empezar cambiemos ese viejo paradigma, por este…
La felicidad sí existe y todos tenemos derecho a ella!
nuestra vida podemos hacer que ésta sea feliz o infeliz, no depende de nadie mas que de nosotros mismos .
" Es evidente que todos los fines no son fines perfectos. Pero el bien supremo constituye, de alguna manera, un fin perfecto. Aristoteles."

Día 31. Aprender a equivocarse

Una de las virtudes-defectos más cuestionables: el perfeccionismo. Virtud, porque evidentemente, lo es el tender a hacer todas las cosas perfectas.
Y es un defecto porque no suele contar con la realidad: que lo perfecto no existe en este mundo, que los fracasos son parte de toda la vida, que todo el que se mueve se equivoca alguna vez.
He conocido en mi vida muchos perfeccionistas. Son, desde luego, gente estupenda otros insoportables por tanto perfeccionismo. Creen en el trabajo bien hecho, se entregan apasionadamente a hacer bien las cosas e incluso llegan a hacer magníficamente la mayor parte de las tareas que emprenden.
Pero son también gente un poco neurótica. Viven tensos. Se vuelven cruelmente exigentes con quienes no son como ellos. Y sufren espectacularmente cuando llega la realidad con la rebaja y ven que muchas de sus obras -a pesar de todo su interés- se quedan a mitad de camino.
Por eso me parece que una de las primeras cosas que deberían enseñarnos de niños es a equivocarnos. El error, el fallo, es parte inevitable de la condición humana. Hagamos lo que hagamos habrá siempre un coeficiente de error en nuestras obras. No se puede ser sublime a todas horas. El genio más genial pone un borrón y hasta el buen Homero dormita de vez en cuando.
Así es como, según decía Maxwel Brand, "Todo niño debería crecer con la convicción de que no es una tragedia ni una catástrofe cometer un error". Por eso, en las personas, siempre me ha interesado más el saber cómo se reponen de los fallos que el número de fallos que cometen. Ya que el arte más difícil no es el de no caerse nunca, sino el de saber levantarse y seguir el camino emprendido.
Temo por eso la educación perfeccionista. Los niños educados para arcángeles se pegan luego unos topetazos que les dejan hundidos por largo tiempo. Y un no pequeño porcentaje de amargados de este mundo surge del clan de los educados para la perfección.
Los pedagogos dicen que por eso es preferible permitir a un niño que rompa alguna vez un plato y enseñarle luego a recoger los pedazos, porque "es mejor un plato roto que un niño roto".
Es cierto. No existen hombres que nunca hayan roto un plato. No ha nacido el genio que nunca fracase en algo. Lo que sí existe es gente que sabe sacar fuerzas de sus errores y otra gente que de sus errores sólo saca amargura y pesimismo. Y sería estupendo educar a los jóvenes en la idea de que no hay una vida sin problemas, pero lo que hay en todo hombre es capacidad para superarlos.
No vale realmente la pena llorar por un plato roto. Se compra otro y ya está. Lo grave es cuando por un afán de perfección imposible se rompe un corazón. Porque de esto no hay repuesto en los mercados.
" La perfección es una pulida colección de errores. Mario benedetii. "

She-A solas ( con Gema)

Rabia que surge de ninguna parte,sentimientos de desamparo, quiero lo que es mío, tú eres mío,yo no soy tuya, no puedo ser de nadie, porque ni siquiera soy de mí misma.
El miedo me ataca,¿Lo que yo percibo no es lo realmente real? ¿Por qué soy yo la única que veo lo que veo y de la manera que lo veo? ,te necesito......¡¡¡¡NO!!!!... Soy fuerte y no te necesito,te quiero cuando no me quieres, y te necesito cuando no quieres ayudarme, cuando mas expuesta estoy es cuando me escondo y escondida intento ser quien yo creo que soy,me siento sola otra vez, abandonada como siempre, sola otra vez.
Me estoy muriendo por vivir, y en mis intentos por vivir muero, me duele y me duele y me duele,déjame en paz, pero rescátame.
Soy el centro del universo. Sí que lo soy,yo siempre tengo que salirme con la mía.
No entiendo. Primero parece que tiene sentido,




Síntomas ocultos en el TLP

 

Síntomas ocultos en el trastorno límite de la personalidad

Por Vicente Rubio Larrosa, Jefe del Servicio de Psiquiatria. Unidad de Trastornos de la Personalidad. Hospital Ntra. Sra. de Gracia. Zaragoza.

El Trastorno Limite de Personalidad (TLP) es conocido como un cuadro clínico abigarrado con una gran cantidad de matices sintomáticos que lo convierte en una de las "bestias negras" de nuestra practica clínica diaria.

En los últimos años hemos pasado de una casi inexistencia diagnostica del mismo a una autentica inflación de casos, diagnosticando como tal otras entidades clínicas por no decir otras situaciones que no son, en si mismas, patológicas como niños consentidos, maleducados, psicópatas que no son trastorno de personalidad y todo aquella situación que aparece en nuestras consultas y que no sabemos filiar en el concreto espacio de lo categorial.

Lógicamente que lleguemos a esta situación nos ayuda la falta de un cuerpo teórico que de una respuesta ecléctica y satisfactoria a todo lo que son los trastornos de personalidad, ya que nos debatimos ambivalentemente entre una escueta concreción categorial y una prolija, cuantiosa, diversa y confusa dispersión dimensional, además los instrumentos diagnósticos, admitiendo su mejora, al ser subsidiarios de una u otra clasificación no solventan nuestras dudas, siendo sabido por todos que un psicodiagnostico mediante cualquiera de los instrumentos existentes o es ininteligible o tiene escasa aplicación practica o nos da un elenco de posibilidades diagnosticas por medio del cual etiquetamos al paciente con varios trastornos de personalidad, quedándonos tan tranquilos al decirnos que hay una gran comorbilidad intra eje II o todavía mas tranquilos, si cabe, adjudicando al paciente la tranquilizadora (para nosotros) etiqueta de "trastorno de personalidad no especificado". Seamos sinceros a mi todo esto no me cuela.

Si nos acogemos, casi por obligación, a la clasificación DSM, tenemos que admitir que esta ha servido de utilidad como unificadora de criterios, facilita un mismo lenguaje, pero en el caso de los TP existe poca concreción, hay un gran solapamiento sintomático entre los diversos TP, genera muchos falsos positivos y además, considero, que es empobrecedor pues ignora la riqueza psicopatológica que presenta este trastorno, en definitiva resumiría que si se quiere entender y abordar clínicamente el TLP no nos podemos quedar en lo categorial.

Existe un lógico y polémico debate entre la biogenia o psicogenia del TLP, son muy numerosos los estudios que abogan por una u otra opción, de cualquier manera defender como única la existencia de una u otra es absurdo y además científicamente insostenible, es evidente que la génesis del TLP es una aglutinación de diversos factores y circunstancias genéticas, bioquímicas, neurofisiologicas y también aprendidas, trasmitidas y moduladas de una forma dinámica desde la infancia a la etapa adulta, no siendo desdeñable una vulnerabilidad en el sujeto que padece el TLP.

En la Tabla 1 diseccionamos los 9 criterios diagnósticos del TLP según el DSM IV-TR en sustrato de predominancia psicosocial o de predominancia biológica, pudiendo apreciar como hay mas criterios psicosociales que biológicos, pero en definitiva todos ellos llevan a lo que quizá mas complica la existencia de un paciente TLP; la complicación o dificultad de relación con los demás e incluso consigo mismo, que es lo mismo que “un patrón general de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y la afectividad”.

Tabla 1

Sustrato psicosocial

Esfuerzos en evitar abandono. (1)
Relaciones interpersonales inestables e intensas con alternancia entre idealización y devaluación. (2)
Alteración identidad. (3)
Inestabilidad afectiva debido a una gran reactividad. (6)
Sentimientos crónicos de vacío.(7)
Ideas paranoides o síntomas disociativos transitorios relacionados con el estrés. (9).

Todos estos criterios dificultan la relación con los demás y consigo mismos.

Sustrato biológico

Impulsividad. ¿siempre?, ¿por qué lo más habitual es que se presente en su casa o en un entorno conocido?. (4)
Conducta o ideación suicida y/o automutilante. (5)
Ira inapropiada. (8)
Observación: los fármacos antiimpulsívos no actúan cuando estas conductas son utilizadas como chantaje o manipulación.
Todos estos criterios complican o impiden la relación con los demás o consigo mismos.

Consecuentemente nos podriamos plantear varias dudas: ¿Los criterios diagnósticos DSM son los únicos síntomas que presenta un TLP?, ¿El TLP es un trastorno de las relaciones interpersonales?, ¿podriamos denominar al TLP “trastorno relacional de la personalidad”?, ¿Con ellos?, ¿Consigo mismos?. Queda para debate.

Lo cierto es que cuando tenemos delante a un paciente con TLP vemos, notamos y sentimos que los criterios DSM se nos quedan cortos, el paciente nos desborda con una autentica catarata de sensaciones y sentimientos mucho mas ricos e ilustrativos que los criterios diagnósticos, podriamos decir que son unos síntomas que están “escondidos” y “ocultos”, no porque no sepamos que están y existen sino por que no son “oficiales” ya que no nos aparecen en las clasificaciones y evidentemente el ignorarlos nos condiciona el abordaje terapéutico del paciente.

Nuestra practica clínica en la Unidad de Trastornos de la Personalidad del Servicio de Psiquiatria del Hospital Ntra. Sra. de Gracia de Zaragoza y los muchos años dedicado a esta patología nos ha facilitado la realización de un catalogo de síntomas “escondidos” que presentan los pacientes TLP, su búsqueda y su identificación nos van a aportar una serie de recursos hacia donde orientar nuestros objetivos terapéuticos, estos síntomas los agrupamos según creemos que condicionan su relación consigo mismos o con los demás.

Tabla 2

SINTOMAS “ESCONDIDOS” CONSIGO MISMOS.

(1) AUTOENGAÑO.
(2) EL MIEDO A SÍ MISMOS.
(3) LA TOMA DE DECISIONES ERRONEAS.
(4) LOS MECANISMOS DE DEFENSA.
(5) LA INCAPACIDAD PARA ESCUCHAR.
(6) LA HERIDA NARCISISTA.
(7) EL REMORDIMIENTO Y LA CULPA.
(8) EL SINDROME DE ARROGANCIA.
(9) LA SOMATIZACION

En la Tabla 2 enumeramos una serie de situaciones que los pacientes TLP experimentan habitualmente y que se presentan, agrupadas o no, con mayor o menor intensidad, a lo largo de toda su vida y que se caracterizan por dificultar lo que podriamos llamar “relación consigo mismos”, lo que favorece su sentimiento subjetivo de abandono, el deterioro de su auto estima, el abandono de los tratamientos, justifica su ira inapropiada, la alteración de su identidad, la necesidad de autolesión, etc.

Si describimos someramente cada uno de los síntomas veremos como el AUTOENGAÑO es la manera que tienen los pacientes de negar, de no darse cuenta de la situación que viven, de desplazar el aquí y ahora de pensar que lo que hacen y lo que viven es lo bueno y lo cierto y que no les perjudica.

EL MIEDO A SI MISMOS es, por el contrario, la percepción que les da la experiencia de haberse complicado la vida, de haberla arruinado, de preguntarse como será su próxima reacción impulsiva, de que consecuencias le deparará. Este síntoma es también el resultado de integrar y vivenciar ese sentimiento crónico de vacío que les atenaza, que les lleva a no reconocerse, a sentir la angustia vital del “no ser”, a interiorizar con perplejidad y estupor el “hueco existencial” de la “nada”, la nausea sartriana y el no poder asumir el “das sein” heideggeriano.

LA TOMA DE DECISIONES ERRONEAS es una característica muy frecuente en estos pacientes y que es la que les lleva a elegir lo peor entre dos opciones, los peores amigos, el ocio más perjudicial, la peor comunicación, etc, etc.

LOS MECANISMOS DE DEFENSA ya conocidos por estar descritos en múltiples textos y artículos por muy diversos autores, siendo los mas frecuentes la negación, la proyección y el desplazamiento que repercuten sobre el paciente de una forma dañina al generar una falta de conciencia de enfermedad, una responsabilización de la enfermedad hacia otros y la creencia de que lo que hace es lo idóneo y acertado.

LA INCAPACIDAD PARA ESCUCHAR se caracteriza por esa peculiaridad del paciente TLP en no “oír” lo que se le dice, en hacer caso omiso de los consejos, pautas terapéuticas, advertencias y todo aquel mensaje inicialmente positivo que venga del exterior.

LA HERIDA NARCISISTA es la vivencia que tiene el paciente TLP en vivir la más mínima frustración como una intensa afrenta a su YO, es la vivencia subjetiva de que al “ser especiales” no se les puede llevar la contraria, están en posesión de la verdad, no cometen equivocaciones y los errores son siempre de los demás, siendo incapaces de asumir cualquier error o falta.

Contrariamente a lo que muchas veces se piensa el paciente TLP no es un paciente egosintonico, no disfruta siéndolo y es debido a que en su fuero interno, ocasionalmente pero no infrecuentemente, aparece EL REMORDIMIENTO Y LA CULPA, este síntoma es como una transitoria vivencia de realidad que repercute de forma negativa en su estado anímico al hacer un somero balance del estado en que se encuentran y enterarse de las consecuencias de sus actos, de sus conductas y de sus decisiones.

Denominamos SINDROME DE ARROGANCIA a la situación vivencial que, de alguna manera, justifica el criterio diagnostico del DSM de ira inapropiada, el paciente TLP interioriza una especie de soberbia, una estimación excesiva de sí mismo y que no es exactamente un rasgo narcisista sino la forma defensiva de justificar el rumbo calamitoso de su vida.

Por ultimo, LA SOMATIZACION es otro de los síntomas escondidos que se presenta con inusitada frecuencia, los síntomas somatomorfos son de frecuente aparición en la clínica TLP, la sensación de malestar que padecen les obliga a racionalizarla su angustia, “llenan” su sentimiento crónico de vacío mediante cefaleas tensionales, alteraciones digestivas, temblores, insomnio, astenia, taquicardias, dificultad respiratoria, etc.

Tabla 3

SINTOMAS “ESCONDIDOS” CON LOS DEMAS.

(1) LA DISCUSIÓN DEL PEQUEÑO DETALLE.
(2) EL "OTRO" ES UN SUJETO MANIPULABLE.
(3) LA "SEDUCCIÓN" Y EL "ENCANTO" SUPERFICIAL.
(4) EL MIEDO AL COMPROMISO.
(5) NADIE LES ENTIENDE.
(6) EL MUNDO IDEAL.

En la Tabla 3 enumeramos los síntomas ocultos que tienen que ver con su relación con el entorno que les rodea, con el cómo establecen y efectúan sus relaciones interpersonales, la aparición de uno o varios de estos síntomas y según la intensidad con la que se presentan condicionan el ser y el estar en el mundo de estos pacientes, como vivencian a quien les rodea, a su familia, a sus parejas, su medio laboral, sus relaciones sociales. Estos síntomas, en definitiva, son los responsables de la “imagen” que el paciente da al exterior y consecuentemente el exterior “devuelve” e interacciona en función de cómo es esta.

Llamamos DISCUSIÓN DEL PEQUEÑO DETALLE a la continua perdida de energía que el paciente TLP malgasta en las discusiones con otras personas, casi siempre sus discusiones se centran en detalles sin interés, prima lo anecdótico y se desprecia lo trascendente, se orilla lo importante de la discusion, lo nuclear, para centrarse en lo circunstancial. Esto hace que el paciente y sus interlocutores inicien una escalada de tensión en su conversación, que la comunicación se distorsione hasta tal punto que al final se encuentran discutiendo por una nimiedad colateral y alejada de lo que fue el inicio de la discusion generando un aumento de la problemática y siendo incapaces de resolver nada.

El paciente TLP tiene integrado de una forma inconsciente que EL "OTRO" ES UN SUJETO MANIPULABLE, la dinámica que este establece en su relación con los demas pasa por utilizar las relaciones interpersonales como una forma de explotación, la mayoría de las veces sin un fin concreto y en muchas ocasiones con un resultado negativo, el paciente, por su victimismo, hace que los demas estén pendientes de él, los utiliza, pero al no ser una manipulación consciente y planificada puede volverse contra él, lo cual hace que su ira aparezca al no encontrar la atención y los cuidados que pretende obtener que en definitiva son el fin ultimo de esa conducta manipuladora inconsciente. El resultado positivo o negativo de esta “manipulación” hacia el otro, influye en que el paciente viva a los demas como muy buenos o muy malos y esta vivencia es lo que conforma el criterio diagnostico 2 del DSM, la alternancia extrema entre la idealización y devaluación del otro.

La mayor parte de los pacientes TLP tiene una "SEDUCCION" Y "ENCANTO", es una capacidad inconsciente que les sirve para “enganchar” a determinadas personas, es bien sabido como estas personas tienen una innegable atracción para muchas personas, hasta bien avanzado el trastorno han dejado en el camino una legión de admiradores a pesar de haberles hecho sufrir. Este síntoma oculto explicaría la conducta de promiscuidad sexual que estos pacientes tienen cuando se une a una falta de control de impulsos. La gran cantidad de excusas, disculpas, etc, que tienen para justificar sus incumplimientos laborales sociales y personales están bañados de esta seducción, a la cual se acostumbran y cuando les falla, dada su reiteración y abuso, les provoca una terrible frustración que al no soportarla les lleva a la ira desproporcionada.

Es característico de los TLP el MIEDO AL COMPROMISO, cuando estas personas ven aparecer en su horizonte la posibilidad de una continuidad en su proyecto vital, un trabajo, una pareja estable, la continuidad en sus estudios, etc., hacen esfuerzos denodados por romper esta dinámica, se les hace imposible, diríamos que les aburre lo cotidiano, la rutina, lo normal, parece como si se negasen a que la vida les discurriera bien. Curiosamente esta situación les lleva a que su soledad vaya en aumento y aparecen los esfuerzos desesperados por no sentirse abandonados.

Una expresión que escuchamos con demasiada frecuencia a los pacientes TLP es la de que NADIE LES ENTIENDE, justifican sus conductas mas disparatadas argumentándolas como si fueran tan normales, siendo la falta de comprensión de los que les rodean lo que hace que esas conductas sean "diferentes". Este síntoma esta cargado de victimismo y justificación, de falta de empatía ya que, curiosamente, estos pacientes difícilmente entienden o comprenden las reacciones reprobatorias de los demas hacia ellos, exigen que los demas entiendan su conducta pero no pueden entender que les censuren a sabiendas de lo negativo de su acción.

Cuando a un paciente le proponemos que imagine su futuro, en muchas ocasiones, describe un MUNDO IDEAL y fantasioso ajeno por completo a la realidad, si reflexionamos con ellos respecto a ese futuro, lógicamente, lo ven inalcanzable. Esta situación vivencial es la que les hace fracasar ya que se plantean objetivos a largo plazo e imposibles de conseguir por su falta de constancia, llevándoles seguidamente a pensar que para no conseguir lo propuesto no merece la pena seguir luchando, favoreciendo el abandono de las terapias. De ahí que sea trascendental el planificar las terapias con objetivos fácilmente alcanzables y a corto plazo.

Estos son algunos de los que denominamos sintomas ocultos, es evidente que esta elucubración, fruto de la observación clínica, no es otra cosa que un modesto borrador para profundizar en la descripción de la rica sintomatología de estos pacientes, su identificación nos ayuda a diseñar la terapia para atenuar la intensidad de los mismos, un descenso de estos sintomas ayudará a estos pacientes a reencontrarse consigo mismos y mejorar la relación interpersonal con los demas y con su entorno.

El estudio y abordaje de estos sintomas nos facilita el buscar el núcleo comportamental del paciente que no nos es proporcionado por los demás.

Malu. Desaparecer

En esos días que se quiere desaparecer de todos



Vacío y abandono en el TLP

Las personas con TLP a menudo se sienten aislados, ansiosos, aterrados por el pensamiento de encontrarse solos. La gente que los apoya, que se preocupa, es vista como caras amables en medio de la multitud. Pero en el instante en que hacen algo que sugiere una marcha inminente, o hacen algo que el TLP interpreta como una señal de que están a punto de irse, le entra el pánico y reacciona de distintas maneras, desde estallidos de ira hasta suplicar a la persona que se quede. A veces la persona con TLP dirá de forma directa que tiene miedo de ser abandonada. Pero con la misma frecuencia, este miedo lo expresará de otras maneras, con ira, por ejemplo. Sentirse vulnerable y fuera de control puede ser una situación que provoque enfado. Las personas con TLP buscan ayuda de los demás para que les proporcionen cosas que les son difíciles de obtener por sí mismos, tales como autoestima, aceptación, y un sentimiento de identidad para así poder llenar el sentimiento de vacío que hay dentro de ellos. Son hipervigilantes, buscando cualquier pista que demuestre que la persona a la que quieren, en realidad no las quiere y que está a punto de abandonarlas. Cuando sus temores parecen confirmarse, pueden presentar estallidos de ira, hacer acusaciones, llorar, buscar venganza, automutilarse o hacer cualquier cosa destructiva. Muchos TLPs fluctúan entre extremos de idealización y devaluación, llamados “pensamiento dicotómico”. Perciben a las otras personas como brujas malvadas o hadas madrinas, en función de si éstas satisfacen sus necesidades. Muestran dificultades para integrar los rasgos buenos y malos de una persona, la opinión sobre alguien suele basarse a menudo en la última interacción con esa persona. La difusión de la identidad es una característica que conduce a los sentimientos de vacío. La alteración de la identidad se refiere al sentido de no saber quiénes son. Las personas con TLP están llenas de imágenes contradictorias de ellas mismas que no pueden integrar. Comentan que se sienten vacíos por dentro, que no hay “nada en mí”, que son personas diferentes dependiendo de con quién estén. Un sentimiento de vacío interior que les convierte en dependiente de los demás para obtener pistas de cómo comportarse, qué pensar y cómo ser; mientras que el estar solos los deja sin un sentido de quiénes son o con el sentimiento de que no existen. Esto, en parte, explica los esfuerzos frenéticos e impulsivos que hacen estas personas para evitar la soledad, al igual que sus descripciones de pánico, aburrimiento crónico y disociación. La mayoría de las personas tienen capacidades variables para controlar los impulsos y retardar la gratificación inmediata. Son conscientes de las consecuencias a largo plazo. Pero algunas personas con TLP muestran dificultades en el control de impulsos. Pueden intentar llenar el vacío y crear una identidad para ellos mismos a través de conductas impulsivas como atracones de comida y vómitos, actividad sexual indiscriminada, compras compulsivas o abusos de sustancias. Dichas actividades dañinas pueden ser una manera de expresar rabia u odio a uno mismo.



Trastorno límite de personalidad ( TLP)

Trastorno límite de la Personalidad Es, con toda seguridad, el concepto más desafortunado para denominar este trastorno, la denominación limite es secuela histórica de cuando este trastorno se consideraba fronterizo entre las psicosis y las neurosis. En la clasificación CIE 10 se le denomina trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad concepto que nos parece mas afortunado y más descriptivo de lo que en realidad es este trastorno si bien en esta y en otras ocasiones he defendido y propuesto otras denominaciones como Trastorno global de la personalidad, Trastorno generalizado de la personalidad, Trastorno mórbido de la personalidad o trastorno deteriorante de la personalidad. Según nuestras propias investigaciones hemos llegado a la conclusión, y así lo he debatido en múltiples foros, como el trastorno limite de la personalidad seria el paradigma de todos los trastornos de la personalidad, así el mismo Kernberg habla de una estructura limite de la personalidad que serie la base de los posteriores diferentes trastornos, considerando pues que la patoplastia de cada uno de los diferentes trastornos seria una diferenciación biosocial del trastorno limite. Epidemiología.- Parece ser que afecta al 2% de la población, siendo dos veces mas frecuente en las mujeres que en los hombres. En poblaciones clínicas puede llegar a un 30%. En los familiares de primer grado de estos pacientes se ha observado una mayor prevalencia de trastornos depresivos y abuso de sustancias. Manifestaciones clínicas.- Se trata de un trastorno en el que aparece una marcada predisposición a actuar de un modo impulsivo sin tener en cuenta las consecuencias, junto a un animo inestable y caprichoso. Consiste en una inestabilidad respecto a la vivencia de la propia imagen, de las relaciones interpersonales y del estado de animo. Hay una notable alteración de la identidad, que se manifiesta por incertidumbre ante temas vitales, como orientación sexual, objetivos a largo plazo, lo que les conduce a una sensación de vacío y aburrimiento. Pueden presentar manifestaciones explosivas e incluso violentas al recibir criticas o al ser frustrados en sus actos impulsivos. Ademas de la inestabilidad emocional y la ausencia de control de impulsos con autolesiones y explosiones de violencia, comportamiento amenazante y chantajista, afectación de la imagen de sí mismos, con alteraciones de la conducta alimentaria, se implican en relaciones intensas e inestables, intentos y amenazas suicidas, sus relaciones interpersonales pasan de la idealización a la devaluación, es frecuente el abuso de sustancias psicoactivas como mecanismo de huida, frecuentes y rápidos cambios de humor, ideación paranoide transitoria, descompensaciones de tipo psicotico de presentacion atípica y corta duración. Según nuestra experiencia clínica hemos apostado por subdividir el denominado trastorno limite de la personalidad en cuatro subgrupos que recogerían las características Sintomáticas de cada uno de ellos facilitando así la orientación terapéutica. Así pues tendríamos: Subtipo psicótico o desrealizado - Episodios esquizoides, psicóticos y/o disociativos. - Corta duración. - Evolución atípica. - Excesivamente llamativos. - Sin deterioro aparente ni residuo. - Estancamiento. - Simultaneidad de normalidad y anormalidad. - Tendencias místicas y esotéricas. Subtipo descontrol de impulsos - Muchos antecedentes familiares. - Inicio temprano. - Onicofagia, piromanía. - Trastornos de conducta alimentaria. - Adicciones comportamentales. - Autolesiones. - Consumo de drogas y alcohol. - Acciones violentas (trastorno explosivo intermitente). Subtipo hipotímico - Bajo estado de animo. - Tono esquizoafectivo. - Sintomatologia depresiva. - Inicio tardío. - Baja autoestima. - Sentimientos de culpa. - Labilidad emocional. - Desesperanza. - Episodios disfóricos no maníacos. Subtipo distócia del Yo - Aparatosidad. - Egolatría. - Afán de protagonismo. - Tendencias manipuladoras. - Tendencias seductoras. - Tentativas autolíticas claramente chantajistas. - Nula resistencia a la frustración. - Euforia superficial. Diagnostico diferencial.- La diferenciación respecto a la esquizofrenia y a otros trastornos psicóticos se fundamenta en la breve duración de los episodios psicóticos. Hay que tener en cuenta la gran comorbilidad que este trastorno tiene con el resto de los trastornos de la personalidad, así como con otros trastornos psiquiátricos. En estudios realizados por nosotros apreciamos como la dificultad diagnóstica es manifiesta ya que estos pacientes, hasta que son diagnosticados de trastorno de personalidad han recibido un promedio de 8 diagnósticos diferentes. Curso y pronostico.- El trastorno es estable a lo largo del tiempo, se aprecian mejorías según el paciente llega a los 35-40 años. Un porcentaje significativo llega al suicidio cuando el trastorno se asocia a enfermedad depresiva. El deterioro de sus relaciones interpersonales y la inestabilidad emocional le llevan a un aislamiento y en muchas ocasiones su falta de control de impulsos y su abuso de sustancias han implicado contactos con la justicia. Tratamiento.- Psicoterapia, - Será de utilidad la de orientación dinámica siempre que sea focalizada en el aquí y ahora, evitando la regresión y las interpretaciones profundas del inconsciente. La terapia cognitiva ayudara a su control de impulsos y el entrenamiento en habilidades sociales mejorará la relación interpersonal. Farmacoterapia.- En función de la sintomatologia que predomine será conveniente la aplicación de diversos fármacos así para los episodios psicóticos serán interesantes los antipsicóticos atípicos a dosis bajas siendo el mas contrastado la Risperidona. Los anticomiciales como la carbamacepina y mas recientemente la gabapentina. La naltrexona para la mejora del control de impulsos y los serotoninérgicos y la venlafaxina para los episodios depresivos. Hospitalización.- Se ha comprobado como el ambiente protector de un medio hospitalario con ingresos de duración media (2 meses) y con un abordaje terapéutico que determinamos en llamar inmersión terapéutica, mediante la aplicación de diversas técnicas psicoterapéuticas, grupales, psicofarmacológicas, ocupacionales, etc. Posteriormente el paciente puede ser derivado a recursos tipo comunidad terapéutica con ingresos de larga duración o ser insertado en centros de día siendo de interés la aplicación de técnicas cognitivas como la terapia de conducta dialéctica de M. Linehan. (Texto del Dr. Rubio Larrosa, Presidente de la Sociedad Española para el Estudio de los Trastornos de la Personalidad)

Algunas características del trastorno límite de personalidad ( TLP)

Abordaje del trastorno límite de la personalidad. Por Dolores Mosquera.

Hay muchos aspectos a tener en cuenta en el diagnóstico y el tratamiento del trastorno límite de la personalidad y aunque de esto hablaremos en la parte del curso referente al diagnóstico y abordaje terapéutico (módulo II), en este apartado expongo ciertos aspectos que se pueden observar en muchas personas con trastorno límite de la personalidad con el fin de comprender muchos comportamientos y contradicciones que se pueden dar durante las entrevistas.

1.- INESTABILIDAD EN EL SENTIDO DE SÍ MISMO

Estas personas suelen tener una auto-imagen variable que generalmente se basa en cómo son percibidos por los demás (ante una crítica se pueden sentir “malos”, “ineptos”, “no válidos” y ante un piropo se pueden sentir “una buena persona”, “alguien estupendo”, etc.). Esta variabilidad en la auto-imagen o forma de percibirse, conlleva cambios de humor y pensamientos contradictorios acerca de uno mismo y de los demás. De esta forma, en el curso de una entrevista y en función del tema que estemos tratando (o de la persona con la que tenga relación ese tema) el paciente se puede mostrar bien, muy alegre o contento o bien muy disgustado, decepcionado o asqueado consigo mismo y/o el terapeuta u otras personas. Esto está muy relacionado con el pensamiento dicotómico o pensamiento del "todo o nada" que presentan los pacientes con este diagnóstico.

Además de lo anterior, estás personas suelen tener una inseguridad tremenda y una gran dificultad para percibir en ellos cualidades positivas y en ocasiones, ante comentarios agradables acerca de ellos o de algo que han hecho bien, sienten que están siendo halagados pero que en el fondo no es cierto, “lo dices para que me sienta mejor pero en el fondo sabes que soy mediocre y que no valgo para nada”.

2.- RELACIONES INTERPERSONALES INESTABLES:

La formación de relaciones “intensas e inestables” es uno de los criterios básicos para el diagnóstico del trastorno límite. Al mismo tiempo, es uno de los aspectos más vulnerables de estas personas. Una persona con trastorno límite de la personalidad puede necesitar a los demás de forma desesperada y a la vez sentir la necesidad de evitar este contacto íntimo para evitar un mayor daño emocional.

Algunas personas llevan este tipo de conflicto a sus relaciones, confundiendo a los demás y, finalmente, apartándolas de sus vidas. Algunas de las personas con trastorno límite de la personalidad tienen una necesidad desmedida de apoyo, compañía y cariño y esperan que los demás sepan lo que necesitan en todo momento (incluso sin decirlo).

Por lo general, suelen ser muy perceptivos y captar las necesidades y puntos débiles de los demás. Sin embargo, en ocasiones tienen dificultad para observar estas necesidades, en especial, cuando se trata de sus seres más cercanos. Esto hace que, para sentir apoyo o protegerse emocionalmente auto-convenciéndose de que no lo necesitan, utilicen métodos indirectos como (idealizar a una persona o devaluarla respectivamente, por ejemplo) o por el contrario muy directos y llamativos (amenazas de suicidio, cortes, etc.). Esto crea gran confusión en los familiares y allegados que suelen percibir estas conductas como manipuladoras.



En los casos en los que las conductas son indirectas, es probable que se deba a que la persona con trastorno límite de la personalidad no admite de forma consciente su necesidad por los demás e irónicamente, incluso los aparta en los momentos que más los necesita. Este tira y afloja suele terminar en relaciones de muy corta duración con comienzos y finales intensos.

La persona con trastorno límite no es consciente de que en realidad, esta forma de conseguir atención genera un malestar importante en los demás, que se suelen sentir chantajeados y presionados y que finalmente, estos comportamientos son lo que les hace alejarse de ellos confirmando una vez más que “no le importa a los demás porque no es una persona que valga la pena”

3.- PROBLEMAS PARA “FUNCIONAR” O SACAR PROVECHO DE SUS HABILIDADES:

Muchas personas con trastorno límite de la personalidad son altamente funcionales y poseen múltiples habilidades que no son capaces de utilizar con éxito. Es decir, tienen capacidad para lograr lo que se proponen pero su inestabilidad e inseguridad no les permite aprovechar su potencial y acaban practicando “el autosabotaje”. En gran parte esto se debe a su dificultad para autoobservarse y poder ver estas cualidades en ellos mismos.

4.- ALTERNAR ENTRE SUSPICACIA Y EXTREMA INGENUIDAD

Las personas con este trastorno suelen actuar de formas muy diferentes. Es muy conocida su tendencia a oscilar entre los extremos. Lo mismo ocurre con la confianza; en momentos de estrés pueden desconfiar hasta límites inimaginables, llegando a rozar la paranoia y en momentos en los que se encuentran bien, pueden ser extremadamente ingenuos y confiar por completo en la primera persona que se cruza en su camino. No es raro que un paciente se lleve a un desconocido a su casa o a alguien que le dice estar pasando un mal momento y no tener adónde ir o que le facilite su dirección y llaves de casa para que se vayan a descansar un rato.




Esto en parte, tiene relación con su necesidad de mantener relaciones íntimas o tener amigos en los que confiar y a los que poder contar sus problemas, o simplemente dar la oportunidad que ellos no han tenido en algún momento de su vida en el que se han sentido abandonados.

Es muy frecuente que estas personas acudan a consulta después de un nuevo desengaño o una estafa sintiéndose fatal por ser tan "idiotas" y “pensar que los demás pueden ser como yo".

<< Siempre hago lo mismo. Siempre pienso que los demás son como yo. Me desvivo por los demás, soy capaz de hacer cualquier cosa. He llegado a hacer cosas desagradables para complacer a los demás. Cuando conozco a una persona que parece estar sufriendo no puedo evitar intentar acabar con su sufrimiento. Me he llevado a vagabundos para casa a personas que decían no tener papeles y la mayoría de las veces el resultado ha sido pésimo, me han robado, maltratado e insultado. Lo más grave de todo es que sé que lo volveré a hacer. Si encuentro a alguien que sufre y no le ayudo y después resulta ser verdad y nadie le ayuda.....




Lo que más daño me hace es que se aprovechen de mi confianza y buena intención... cuando conocen mis puntos débiles siempre los acaban utilizando para hacerme daño. >>

5.- RECURRIR AL PENSAMIENTO MÁGICO

Muchas personas con trastorno límite de la personalidad recurren a este tipo de pensamientos con frecuencia. Es como un sentimiento de "solo tengo que tener eso" para que todo vaya bien. Es decir, pensar que una persona, lugar, cosa, conducta o idea puede hacer que los problemas desaparezcan de forma instantánea o hacer que la persona se sienta feliz y/o segura. Los pensamientos mágicos más frecuentes suelen tener relación con que "otros arreglen su malestar". Por ejemplo, la persona con trastorno límite de la personalidad puede pensar que lo único que necesita es a alguien que le acompañe o a alguien a quien dar todo ese cariño que tiene para dar, que sólo tiene que encontrar a la amiga de su vida o al compañero ideal. La persona "mágica" puede ser una persona conocida, alguien con quien conecta en un día de buen rollo, una persona que se encuentra por la calle desvalida y sin lugar adónde ir o alguien que le echa una mano en medio de algún follón nocturno.



Cualquier persona, cosa o situación adquiere un supuesto "poder" que es capaz de controlar su malestar. Ejemplos: “Si mi ex-pareja vuelve conmigo me pondré bien", "sólo necesito una persona que me quiera y me cure con su cariño", "si me compro otro vestido me encontraré mejor", "si me corto una vez más, será la última y dejaré de hacerlo".

Caso: si tuviese una mascota todo iría mejor

Paciente con trastorno límite de la personalidad y fobia a los animales. En una sesión de grupo otros participantes hablan de sus respectivas mascotas y el cariño que les dan. A los pocos días empieza a pensar que si tuviese un perrito a quien dar su cariño y cuidar todo iría bien. Afirma que así saldría a pasear, que no lo hace porque tiene que hacerlo sola. La familia no está de acuerdo pero ella se empeña en que sin la mascota no podrá mejorar. Finalmente aceptan. Le regalan un perrito y los primeros días está entusiasmada, su atención gira en torno a la mascota y a sus necesidades (darle comida, cariño, paseos y demás). Semanas más tarde le empieza a tener miedo, se siente culpable porque dice que le ha contagiado su depresión. Afirma que por su culpa no come ni duerme y que si no tuviese el perrito se encontraría mejor. Devuelve la mascota a su dueño y semanas más tarde la empieza a echar de menos. Dice que ha sido un error y que si tuviese al perrito se encontraría mejor.

En este caso el pensamiento mágico es claro: necesito un perrito para poder pasear y sentirme mejor. Al mismo tiempo, la mascota le servía como un desvío de atención de su verdadero problema (el trastorno límite de la personalidad). Ahora su único problema es no tener perro y posteriormente el único problema es tener el perro. La solución es igual de mágica: tenerlo o no tenerlo. A esto me refiero cuando digo que es algo así como "solo tengo que tener esto para que todo vaya bien".

6.- OTRAS CARACTERÍSTICAS

Además de lo anterior podemos hablar de un afecto variable, una "estable inestabilidad", conductas impulsivas, conductas autodestructivas y trastornos cognitivos o de percepción en determinados momentos de alta emotividad. Esto les puede llevar a sentir o pensar en formas parecidas a las siguientes:

Sentimientos de no ser querido o defectuoso:

“Nadie me querría si me conociera de verdad”;

“Nadie podría querer a alguien como yo”,

"Si me conocen de verdad se darán cuenta de lo terrible que soy".
Sensación de inutilidad o de "no ser apto para": "No sé hacer nada bien",

"Soy un completo desastre".
Sensación de dependencia: “No puedo valerme por mi mismo,

necesito a alguien en quien apoyarme”; “Si no me acompañas,

seguro que me sale mal”.
Sensación de ser ignorado, abandonado u olvidado:

“Estaré solo, nadie estará ahí para mí”; “Si dejo de hacerme cortes,

tengo miedo de que se olviden de mi”,

"quién podría acordarse de llamar a alguien como yo".
Sensación de pérdida de control: “No me puedo controlar”;

“Me dejé llevar, es algo que escapa a mi control”,

"si me equivoco la habré fastidiado por completo".
Falta de confianza en uno mismo y/o en sus propias decisiones:

“Si no hago lo que quieren los demás, me abandonarán o atacarán”;

“Si le digo lo que pienso de verdad, pensará que soy un estúpido”.
Desconfianza o suspicacia en relación a otras personas:

“Las personas me harán daño, atacarán o se aprovecharán de mí”;

“Seguro que me trata bien porque quiere algo de mí”;

“Me debo proteger de los demás”.
Terror a ser arrastrados, engañados o traicionados por sus emociones:

“Debo controlar mis emociones o algo terrible ocurrirá”;

“No le puedo demostrar lo mucho que me he alegrado de verle o no volverá”,

"si sabe lo que siento de verdad pensará que estoy loco".
Autocastigo o Autosabotaje: “Soy una mala persona, merezco ser castigado”;

“Si soy así de infeliz es porque me lo merezco”,

“solo encuentro una explicación a este malestar que siento:

yo me lo provoco, por lo tanto, merezco sufrir”.



Día 30. Descanso

Letras pienso,
Sopeso y escribo,
En tinta de lágrimas,
Que lloro y recibo.
En soledad circundante,
Y en la tenue luz de las velas,
Ni un susurro percibo,
Que en sombras aparezca.
Ni escucho, ni respiro,
Lo que aquella vez fue,
El extraño suspiro,
Que sin ti lo soñé.
Letras pienso,
Sopeso y escribo,
En tinta de lágrimas,
Que lloro y recibo.
En soledad circundante,
Y en la tenue luz de las velas,
Ni un susurro percibo,
Que en sombras aparezca.
Ni escucho, ni respiro,
Lo que aquella vez fue,
El extraño suspiro,
Que sin ti lo soñé.
Ahora está la soledad
implacable y perpetua,
marca mis estancias
roba mis esperanzas.
Desapareceré entre dolores
igual que nací, viví  y sobreviví,
es época  de descanso
es momento de tregua
es cuando mi espíritu
rinde homenaje al descanso.

" Toda la felicidad que la humanidad puede alcanzar, está,
no en el placer, sino en el descanso del dolor. John Dryden. "



Día 29. ¿Será posible?

¿Sera posible creer
en lo que ya no se cree?
¿Sera posible que
la humanidad vuelva a quererse?
¿Sera posible que
exista la comunicación
sin la necesidad de un aparato?
¿Sera posible que los niños
sean niños de verdad?
¿Sera posible que los ricos
se pongan en el lugar de los pobres?
¿Sera posible que la clase media
no sea explotada?
¿Sera posible que haya
una restauración en el país?
¿Sera posible que el pueblo
entienda que es en verdad la libertad?
¿Sera posible que el hombre
se de cuenta de su error?
¿Sera posible que
podamos amar de verdad?
¿ Será posible proteger a nuestros niños, que serán el futuro del mañana?
¿Qué hacemos mal que ésta situación no cambia?
Acoso escolar, niños abusados sexualmente, maltrato infantil, violencia racista, violencia de género, violencia transexual, senofobia,  etc. Una larga lista que no termina. Desmoraliza el pensar que las personas no abren la mente y ven que es un gran problema, que ellos son el futuro del mañana si llegan a sobrevivir claro está, dado que muchos se suicidan por no poder soportar estas terribles situaciones. A veces se siente uno invisible pues no escuchan nuestros proyectos, nuestras campañas... Cuántos más han de morir...

" El peor pecado contra el prójimo, no consiste en odiarle, sino en mirarle con indiferencia. Esta es la esencia de la humanidad. George Bernard Shaw. "